Pizza, cariño y estabilidad: la historia de amor maduro de Pepa Flores con Massimo Stecchini que le permitió dejar de ser Marisol

  • Pepa Flores y Massimo Stechini vivieron juntos 35 años, hasta que hace solo unos días un infarto de miocardio arrebatara la vida del empresario italiano

  • El italiano conoció a Pepa Flores con solo tres años; se reencontraron en 1987 y comenzaron una relación que pronto cristalizó en convivencia

  • Según su entorno, Massimo Stechini ha sido el hombre bueno que supo querer a Pepa Flores

La suya es la historia de una convivencia feliz. Pepa Flores y Massimo Stechini vivieron juntos 35 años, hasta que hace solo unos días un infarto de miocardio arrebatara la vida del empresario italiano. Stechini le aportó a la famosa Marisol la estabilidad que no había tenido ni con Carlos Goyanes, su primer marido, ni con Antonio Gades, padre de sus hijas. Fue precisamente en 1986, cuando se separó del bailarín, cuando su vida dio un vuelco al decidir vivir en Málaga, su ciudad natal y donde vive la vida que quiere vivir.

Caprichos del destino

'El destino es chambón' reza el título de un cuento de Adolfo Bioy Casares. Lo cierto es que el destino fue chambón con Pepa Flores. Cuando tenía 14 años, en plena gira de promoción por tierras malagueñas, se hizo una foto con un niño de tres años. Corría el año 1962. Ese mismo niño, años después, despertaría la pasión de la artista y se convertiría en su compañero de vida.

Massimo Stechini había abandonado sus estudios de Medicina, dedicándose al negocio que emprendió su padre, una de las primeras pizzerías que abrieron sus puertas en Málaga y que recibió el nombre de Trastévere, como el popular barrio romano. El italiano conoció a Pepa Flores en 1987 y comenzaron una relación que pronto cristalizó en convivencia: ambos recalaron en una finca a las afueras de Málaga, viviendo de una manera sostenible, muy moderna para la época. La actriz y cantante cultivaba frutas y hortalizas en su huerto y él, además de continuar con el negocio familiar, empezó otras actividades empresariales. Por Málaga iba y venía en moto con la mujer de su vida detrás. Vivían sin lujos, pero sin problemas económicos. La ostentación no iba con ellos.

Capear la fama

Incluso retirada, Pepa Flores seguía recibiendo ofertas millonarias. Se dice que la revista Interviú le propuso editar sus memorias por 13.000 millones de pesetas, 65.000 euros de la época. Era habitual que la siguiesen por Málaga buscando una foto o una declaración. Nunca accedió y nunca perdió los papeles gracias, en gran parte, al buen hacer de su pareja, quien siempre se comportó de manera exquisita con los medios de comunicación y con los fans de la artista.

Aunque ya desvinculado de la pizzería, a ella seguían llegando cartas, regalos y ramos de flores dirigidos a la actriz. El propio Massimo agradecía y filtraba los regalos, convirtiéndose en el bastión amable pero firme de la popular intérprete.

En los últimos años, Stechini fue el portavoz de Pepa Flores; la mayoría de las veces para rechazar los homenajes a los que era invitada. Cuando decidió no acudir a recoger en persona el Goya de Honor que la Academia de Cine le entregó en 2020 en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga, fueron sus hijas las que lo recogieron en su nombre y fue Massimo el hombre que articuló esa retrospectiva en la que el cine español quería agradecer a Marisol sus inolvidables películas respetando la privacidad de la artista. Según su entorno, Massimo Stechini ha sido el hombre bueno que supo querer a Pepa Flores en los que, posiblemente, han sido los años más felices de su vida.

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