En 2008 Pixar estrenó Wall-E y consiguió lo imposible, que durante la hora y media que dura la película te parezca adorable una cucaracha, la mascota y mejor amiga del protagonista y la única superviviente en la tierra de una catástrofe nuclear. Al llegar a casa del cine, ya de noche, encuentras en tu cocina unas cuantas cucarachas que se esconden al encender la luz. Ese cariño que le habías cogido al dibujo animado se esfuma de inmediato, ha llegado el momento de averiguar cómo limpiar la casa para que no haya cucarachas y en Uppers te vamos a dar las claves definitivas.
El poder de la animación es increíble pues en realidad es imposible coger cariño a ninguna cucaracha. Se trata de unos insectos absolutamente odiosos que invaden a sus anchas muchos hogares e incluso los más limpios. Las cucarachas que con nosotros son las conocidas como las alemanas o las rubias (Blattella germánica) y son exclusivas de los entornos urbanos con preferencia por los ambientes húmedos y cálidos. En realidad son una especie tropical, de modo que la temperatura que mejor les viene para proliferar oscila entre los 25 y 32º C.
Se alimentan de basura, de suciedad, de cualquier resto humano o de cantidad de productos como el pegamento que no son un alimento pero también son capaces de sobrevivir un mes sin comer. El suelo de la cocina y las encimeras pueden estar impecables pero durante el cocinado siempre se caen migas al suelo o una peladura de cebolla, lo mismo que en el baño tras el secado con la toalla se desprenden pieles muertas o residuos humanos. Además, hay lugares bastante inaccesibles como bajo los electrodomésticos o una gran estantería imposible de mover en los que precisamente se pueden colocar trampas.
A ello se suman otros aspectos que juegan a favor de las cucarachas porque generan un calor ideal para su proliferación: hogares confortables, el aislamiento de los edificios, los motores mecánicos y eléctricos de los ascensores, las escaleras mecánicas o los generadores, además de que el cambio climático ha provocado que aumente la temperatura en general.
Por otra parte, estos insectos se han hecho muy resistentes a los insecticidas, son expertos en adaptarse a los entornos. Tanto el aumento del calor como esa resistencia a los venenos acelera sus ciclos metabólicos lo que puede ser preocupante. Es decir, los urbanitas cada vez tienen más dificultades para acabar con las cucarachas en casa y deben emplearse a fondo en la tarea. Esto quiere decir que pueden llegar por una tubería o en un envoltorio de un paquete a una casa y encontrar unas condiciones mínimas para quedarse y reproducirse.
Una característica más de estos insectos es que son fotosensibles y por ello son expertos en esconderse en cualquier grieta por el día pero aparecen por la noche en busca de comida. Así muchas investigaciones relacionan la presencia de cucarachas con la contaminación de alimentos y el traslado de alérgenos, lo que puede suponer un problema para la salud, ya que entre otros provocan alergias y asma. De este modo, ya no solo es que den repelús sino que no son inofensivas por lo que hay que ser muy concienzudo con la limpieza en los hogares y con su mantenimiento para evitarlas.
Estas son las catorce claves para limpiar la casa para que no haya cucarachas: