Veinte años de la muerte de Carmina Ordóñez: cinco giros de guion de la diva española que mejor (y peor) lo pasó

Siempre afirmaba hallarse "divinamente"; de ahí el apodo que recibió en la prensa del corazón. Para el papel couché Carmina Ordóñez era la 'divina', una diva libre que, como las grandes leyendas, murió demasiado joven. Ella misma afirmaba que no llegaría a los 50 y así fue. El 23 de julio de 2004 la crónica social española perdió a una de sus grandes protagonistas: Carmen Ordóñez, Carmina, hija de una leyenda del toreo, esposa de otro grande de la lidia, madre de toreros, prima de Miguel Bosé y, sobre todo, una mujer libérrima murió a los 49 años en su domicilio de Madrid.

Un país en shock

Una empleada del hogar encontró a Carmen en la bañera de su casa en lo que parecía el final de una noche de fiesta. Durante años las especulaciones sobre su muerte fueron muchas, con la sombra de las drogas planeando sobre ellas. Desde hace unos días, los rumores cesaron cuando recientemente su hijo mayor, Francisco Rivera, confirmó que una dosis de cocaína y somníferos, a los que fue adicta durante años, fueron letales para su madre.

La muerte de Carmen Ordóñez supuso el fin de una vida llevada al límite que la llevó a malgastar la herencia familiar, a tener que vivir de exclusivas y a confiar en personas que terminaron aprovechándose de ella. Con los años, se convirtió en un personaje de primera magnitud en la crónica social española, sobre todo tras protagonizar su primera boda, tal y como recuerda su primogénito en sus redes sociales.

Una novia rebelde: su boda con Paquirri

En 1973 la iglesia de San Francisco El Grande, en el centro histórico de Madrid, solía ser el lugar elegido por la clase dirigente para las grandes celebraciones. Fue el escenario escogido por la familia Ordóñez para la boda de su primogénita, Carmen, que con solo 17 años se casaba con un prometedor torero: Francisco Rivera 'Paquirri'.

Con un traje de inspiración medieval diseñado por Herrera y Ollero, la misma firma nupcial que diseñó el vestido de Rocío Dúrcal en su boda con Junior, y que recuerda al de Tamara Falcó, los jovencísimos novios (Paquirri tenía 24 años) fueron los anfitriones de una colosal ceremonia que reunió a 1.500 invitados, con todo el 'who is who' de la España de la época. Se dijo que los padres de la novia no estaban conformes con el matrimonio, pero que consintieron ante la insistencia y la probada rebeldía de su hija, que ya era conocida en Madrid por su círculo social, en el que entraba Carmen Martínez Bordiu, nieta de Franco.

Entre acusaciones de machismo, la boda acabó seis años después en separación. Antes de eso, nacieron los dos hijos del matrimonio: Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez.

La vida de Marbella: su relación con Antonio Arribas

En una entrevista con Teresa Campos, Carmen Ordóñez confesó que Antonio Arribas, el hombre con quien mantendría una larga relación tras su divorcio de Paquirri "fue una persona que me ayudó muchísimo cuando yo me separé. Encontré una tabla de salvación. Era muy buena persona y se portó muy bien conmigo”.

¿Quién era Antonio Arribas? Un especialista de cine y animador de la noche marbellí con merecida fama de play-boy. Formó parte de un atípico grupo de empresarios llamado 'Los Chorys' con los que rentabilizó el negocio de las fiestas, a las que acudían estrellas de cine, alta sociedad y miembros de la realeza, todos ellos, veraneantes ilustres que contribuyeron a dar a Marbella su halo de glamour.

Con Arribas conoció la libertad que no había disfrutado en su matrimonio. También empezó entrar en el negocio de las exlcusivas, como el famoso posado robado de la revista Interviú en el que aparecía en top-less y por el que percibió una importante suma de dinero.

Tras unos años de convivencia, la pareja se separó sin saber que una fatalidad volvería a unirles: Arribas murió en 1994 a consecuencia de un paro cardíaco. Tenía 49 años. Lo hallaron muerto en su apartamento de Puerto Banús, en su querida Marbella.

La estabilidad con Julián Contreras

El cantante Julián Contreras supo darle a Carmen la estabilidad que necesitaba. Se casaron por lo civil en Miami en 1984 y tuvieron un hijo en común, Julián, nacido en enero de1986. Cuatro años después de su primera boda, contrajeron matrimonio por la iglesia con su hijo mayor y su amiga Lolita como padrinos y Julián, el hijo en común de la pareja como testigo.

Con Julián Contreras abundan los reportajes felices protagonizados por el matrimonio y los tres hijos, al tiempo que Paquirri, su exmarido, también compartía su historia de amor con Isabel Pantoja, con quien tendría a otro Francisco Rivera: 'Paquirrín'.

Para mantener un alto estilo de vida, con el tiempo Carmen Ordóñez y Julián Contreras eligieron Tánger como segunda patria e instalaron su residencia en 1990. Su historia de amor duró 10 años. En 1994 Carmen obtuvo el divorcio de Julián Contreras y regresó a Sevilla. A día de hoy, la relación entre los hijos de Carmen y Paquirri con sus otros hermanos es distante. Por la parte de Julián Contreras hijo, su única preocupación a día de hoy es su padre, diagnosticado de una enfermedad degenerativa.

Ernesto Neyra, el tiempo más infeliz

El bailarín Ernesto Neyra fue el tercer y último marido de Carmen Ordóñez. La pareja se conoció haciendo el camino del Rocío en 1997 comenzando una relación llena de altibajos culminada por una boda civil en Sevilla.

Su matrimonio apenas duró dos años y estuvo marcada por el maltrato físico y psicológico por parte de Ernesto. Las alarmas saltaron cuando Carmen acudió a una entrevista en televisión con señales de haber sufrido algún incidente. Lo que comenzó excusando como una simple caída acabó siendo un secreto a voces.

Dos años antes de su muerte, Carmen denunció a Neyra por malos tratos, un cargo que él siempre negó y que fue desestimado por el juez. Acaba así la historia sentimental de una mujer que aún tuvo tiempo para otros amores, como Pepe El Marismeño o el empresario Eduardo Bermejo, y que ni en sus peores momento renunció a vivir como siempre quiso: "Divinamente".