Hay ciertas prendas cuya etiqueta aconseja lavar en seco lo que implica dejar su limpieza en manos de la tintorería. Esto sucede con muchos vestidos, la alta costura, tejidos delicados, trajes de chaqueta o americanas que exigen los conocimientos de un profesional. El problema es cuando la prenda ya tiene unos años, su calidad no es excepcional y tal vez deje de merecer la pena invertir en este servicio. Una solución puede ser hacer la colada en casa. En Uppers vamos a explicar cómo lavar una americana en la lavadora sin estropearla.
De todos modos, las prendas hechas a medidacosidas a mano por un sastre de ninguna forma se recomienda meterlas en una lavadora o lavarlas a mano a menos que su etiqueta detalle que sí está permitido. En el caso de una americana o de un abrigo se confecciona uniendo muchos componentes de tejidos y características muy diversas como los bolsillos, las solapas, el cuello, las hombreras o los forros. Cada uno de ellos puede responder al entrar en contacto con el agua encogiendo o deformándose de forma distinta a los otros. Tomar la decisión de lavar en la lavadora una americana de sastre depende del estado del tejido en cuanto a aspecto, envejecimiento, roce o color.
Otro tipo de prendas que no deben entrar en una lavadora ni lavarse a mano son las de piel o las de cuero, ya que son materiales delicados que al sumergirse en agua se secan, se agrietan y además encogen de modo que se echan a perder.
Pasos para lavar en la lavadora una americana
Ahora bien, en el caso de una americana cumpliendo estos pasos se puede obtener un resultado digno de un profesional:
Preparación: asegurarse de que todos los bolsillos están completamente vacíos. Preparar la americana poniéndola del revés y abrochar sus botones antes de introducirla en el tambor de la lavadora. De este modo se evita que algún botón se enganche incluso con la misma prenda y se estropee.
Colada: lavar la americana sola, sin mezclar con otras prendas, aunque la conciencia medioambiental no lo apruebe.
Programa de lavado: elegir un programa de lavado muy corto y suave como por ejemplo uno para ropa delicada. Si la americana es de lana seleccionar el programa de dicho tejido en concreto. En cualquier caso la temperatura del ciclo debe ser de agua fría o de 30 grados como máximo.
Centrifugado: prestar atención al centrifugado pues cuanta menor sea su velocidad mucho mejor. Hay que seleccionar la velocidad de 400 revoluciones por minuto (RPM) a la que gira el tambor durante el ciclo final o una cifra menor. En caso de despistarse se corre el riesgo de que la americana salga de la lavadora excesivamente arrugada y hasta deformada.
Detergente: para este tipo de prendas más delicadas conviene utilizar uno líquido en vez de un producto en polvo.
Primer secado: al terminar el ciclo del lavado es necesario sacar la americana del tambor enseguida. A continuación se tiene que extender sobre una toalla grande que previamente se ha colocado en la encimera de la cocina, bien limpia por supuesto. El siguiente paso es colocar encima una segunda toalla seca y presionar para que poco a poco vaya absorbiendo la humedad. En ningún caso hay que retorcer ni escurrir la americana porque se arrugaría.
Tendido: la mejor opción para que se seque es a la sombra o en una estancia ventilada sobre una superficie horizontal. Una opción es un tendedero pero también es necesario cubrir sus hierros con una tercera toalla seca. De este modo no quedarán marcas en la americana. Si se cuelga la prenda con pinzas igualmente dejarán marcas en el tejido y si se coloca en una percha el exceso de peso por estar mojada puede terminar deformando las hombreras.
Planchado: en la etiqueta aparece indicado el símbolo de una plancha con uno, dos o tres puntos que aconsejan la temperatura del electrodoméstico. Lo más probable es que aparezca un solo punto por tratarse de una prenda delicada lo que significa que la temperatura de plancha debe ser la más baja. De la misma forma es aconsejable usar una plancha vertical donde el vapor elimina las arrugas sin necesidad de aplicar presión.