Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo. En las últimas décadas, los enormes avances que hemos visto en el mundo de la informática han transformado por completo nuestras vidas e ideas de negocio. Cada vez son más las empresas que incorporan todo tipo de dispositivos digitales para responder a las nuevas necesidades de sus usuarios, y lo que antes nos parecía propio de la ciencia ficción ahora se ha convertido en una norma que puede marcar el éxito o fracaso de una compañía.
Se trata, en definitiva, de renovarse o morir, y uno de los sectores que mejor está sabiendo adaptarse a esta oleada de cambios es el de la moda. Desde hace años, las grandes empresas textiles están apostando por incorporar todo tipo de avances tecnológicos en sus servicios. Desde aplicaciones móviles a tiendas online en las que podemos calcular nuestra talla en base a la forma de nuestro cuerpo, hoy día podemos encontrar una multitud de servicios que nos permiten comprar con la máxima comodidad posible.
Pero si hay una apuesta que parece destinada a cambiar las reglas del juego, esa es la de los probadores inteligentes, un nuevo concepto de moda interactiva que en los últimos años ha ido ganando popularidad entre las grandes firmas. Desde Ralph Lauren a Inditex, muchas son las marcas que han decidido incorporar estos revolucionarios dispositivos a sus tiendas, pero ¿en qué consisten?
Una de las partes más tediosas de irse de tiendas es la de probarse la ropa. A nadie le gusta desvestirse para ver cómo le queda la ropa, y mucho menos cuando las prendas que elegimos no acaban de ajustarse a lo que buscamos, ya sea porque nos quedan grandes o pequeñas.
Las complicaciones para encontrar una talla que realce nuestro físico, unido a las grandes colas que, especialmente ahora que vivimos en tiempos de coronavirus, tenemos que hacer para acceder a los probadores, pueden convertir lo que era una bonita tarde de compras en una experiencia francamente olvidable, y muchas veces acabamos volviendo a casa con un tremendo cansancio y sin ninguna prenda nueva.
Los probadores inteligentes, también llamados probadores interactivos, son una de las grandes soluciones que han empezado a implantar las grandes tiendas para ahorrarnos estos quebraderos de cabeza. Estos espacios funcionan con una tecnología 3D y de realidad aumentada que nos permitirá ver cómo nos queda la ropa sin necesidad de probarla. Su funcionamiento es muy sencillo. Una vez hayamos entrado en estos probadores, los sensores 3D del espejo detectarán la forma de nuestro cuerpo para mostrárnoslo en pantalla.
Hecho esto, tan solo tendremos que ir seleccionando las prendas que nos gusten para ver como nos quedan en el espejo. De este modo, podremos probar distintas combinaciones, cambiar las tallas, el color e incluso hacer una compra online, y todo mientras seguimos con el abrigo puesto, lo que sin duda nos ahorrará tiempo y muchos disgustos.
Los inicios de los probadores virtuales están en los chips RFID, unas etiquetas autoadhesivas que llevan incorporada una tecnología de radiofrecuencia y que permiten gestionar el stock online de las tiendas. Implementadas desde aproximadamente una década, esta herramienta permite que los probadores inteligentes escaneen directamente las prendas que queremos probarnos para mostrárnoslas en una pantalla.
Desde aquí, gracias a una interfaz táctil podemos elegir el modelo de la prenda que más se ajuste a nuestras necesidades, explorar el catálogo de la tienda e incluso descubrir los complementos y accesorios sugeridos por la marca para crear un look de escándalo.
Los primeros probadores inteligentes llegaron al mundo de la moda en 2012, cuando Uniqlo apostó por ellos para la apertura de una nueva tienda en San Francisco, Estados Unidos. Tres años más tarde, Ralph Lauren instalaría esta tecnología en ocho de los probadores de su tienda en la Quinta Avenida, el barrio más lujoso y exclusivo de Nueva York, marcando un hito en la industria que no tardaría en inspirar a sus competidores.
En España, la primera marca en instaurar estos probadores fue Inditex. En 2017, la firma de Amancio Ortega apostaría por incorporar esta novedad tecnológica a su nueva tienda de Massimo Dutti, ubicada en el Paseo de Gracia de Barcelona. Desde entonces, cada vez son más las tiendas que apuestan por esta tecnología que, si bien aún no ha llegado a implementarse de manera global en todo el mundo, parece que irá aumentando de popularidad en los próximos años.