Llevar un reloj en la muñeca se ha convertido en una verdadera obligación para muchísimas personas a lo largo y ancho del mundo. No solo por tener un control absoluto de la hora sino como un complemento habitual. Cuando se nos olvida ponernos el reloj antes de salir de casa, nos podemos sentir desnudos, como si nos faltase algo. Esto, que ocurre igual con el móvil, ha ido desarrollándose poco a poco hasta convertirse en un objeto de primera necesidad.
Una decisión importante a la hora de comprar relojes es ver si la pieza que queremos comprar se adapta perfectamente a nuestra muñeca. Es gracioso como vemos niños pequeños que llevan relojes de gran diámetro y el efecto visual que crean. Esto, en gente mayor, pierde un efecto positivo en el diseño y puede resultar muy incómodo para quien lo lleve.
Personas con muñecas pequeñas, deben optar por elegir relojes cuyo diámetro de caja sea inferior a 40 mm. Sin embargo, igual de mal queda un reloj grande en una muñeca pequeña que un reloj pequeño en una muñeca grande. Personas con muñeca ancha debe optar por relojes con diámetro de caja superior a 40 mm. El tamaño del reloj se refiere al diámetro en milímetros de la esfera o carcasa. Si prefieres un reloj con una esfera de mayor tamaño, te recomendamos la de 40 mm para hombres. Si te gustan los relojes con una esfera más pequeña, te recomendamos la de 36 mm para hombres.
Si bien las cajas excesivamente grandes que sobresalen por debajo de la manga crean un efecto extraño y poco atractivo, si la caja es demasiado pequeña es difícil mirar la hora y también hace que tu muñeca se vea enorme. La caja del reloj debe tener un tamaño proporcional al de tu constitución: no puede ser ni demasiado voluminosa ni demasiado pequeña.
Como regla general, el grosor de la caja es directamente proporcional al diámetro. Por lo tanto, cuanto mayor es el diámetro, más ancha es la caja. El grosor de un reloj tiene mucho que ver con su diseño y el tipo de movimiento en particular. Los relojes mecánicos requieren de mucho más espacio para las ruedas y engranajes. El número de complicaciones también tiene un impacto sobre el tamaño, así como el estilo en general del reloj. Es aconsejable elegir un reloj acorde con tu forma y tamaño. Ten en cuenta el tamaño de tu brazo y la ropa con la que te vas a poner el reloj. Si lo vas a llevar con un traje, entonces debe ser lo suficientemente fino como para deslizarse bajo el puño.
Debemos tener en cuenta que las asas del reloj, que son los elementos que sobresalen de la caja arriba y abajo, y de los cuales se sujeta la pulsera, le agregan longitud; así que tener una caja de 42 mm no significa que el largo máximo del reloj sea ese, sino que habrá que sumarle lo que midan las asas. Un reloj con un bisel grueso puede parecer más pequeño de lo que es, así como un reloj con un bisel muy delgado y una esfera grande puede aparentar ser más grande. Esto puede ser útil para los amantes de los relojes grandes, pero que tienen una muñeca pequeña; puedes jugar con este efecto óptico para aparentar llevar un reloj más grande de lo que en realidad es.
La tendencia del momento favorece los tamaños pequeños. Hace cinco años, los relojes de 44mm dominaban el mercado pero ahora 42mm se ha con convertido en la norma mientras que los de 40mm está subiendo cuando hace un tiempo era un tamaño reservado a relojes femeninos o clásicos. Hasta tal punto que un reloj de 38mm para hombre ya no representa una aberración.
Algunas marcas ya han abandonado sus colecciones más viriles como es el caso del King Power de Hublot con diámetros de 46 mm para adelante. No obstante algunas marcas siguen produciendo este tipo de relojes que cuenta todavía con muchos adeptos en ciertos mercados como Rusia o Estados Unidos, donde el tamaño de las muñecas de sus clientes hacen el uso de relojes XXL más lógico que en otras partes del mundo.