¿Quién no se acuerda de Rachel y Ross, la eterna pareja de 'Friends', juntos en el último capítulo? Después de una cuantas idas y venidas, decidieron darse una segunda oportunidad. Jennifer López y Ben Affleck también han decidido iniciar su segunda vuelta sentimental. ¿Las reediciones amorosas son siempre una buena idea? Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos y autor de los libros 'No te aguanto más' y 'Cada cual por su lado', comparte las principales claves. Girona sabe de lo que habla: en consulta recibe a numerosas parejas en busca de la estabilidad sentimental y, además, realiza una importante actividad divulgadora desde su cuenta de Instagram (@sebastiangirona).
¿Son siempre posibles las segundas oportunidades? ¿Son siempre una buena idea?
Que sean o no una buena idea dependerá de ciertas circunstancias y de ciertos factores que tengan que ver con las dos personas involucradas. Yo creo que son una buena idea cuando se deja pasar un tiempo. Cuando en ese tiempo se pudieron hacer cosas para revisar la responsabilidad que tuvo cada uno en la etapa anterior, cuando el factor tiempo está presente.
¿Cuándo son una mala idea?
Considero que son una mala idea cuando las cosas que sucedieron en la relación, en la etapa anterior, fueron complejas, o cuando las vueltas forman parte de una relación adictiva, ya que muchas parejas terminan y vuelven, y vuelven a terminar, y vuelven a volver.
Si queremos darnos un segundo round, ¿hay que cumplir una serie de condiciones?
Yo considero que sí, sobre todo si queremos que ese segundo round sea productivo o que sea sano. Será necesario revisar nuestra responsabilidad en la etapa anterior. Y hablo de esto que parece muy sencillo y no lo es, porque muchas veces nos quedamos pensando en cuál es la responsabilidad que tuvo el otro para que terminara la relación. Sobre la responsabilidad del otro no podemos hacer mucho, sino que podemos hacerlo sobre nuestra responsabilidad. Esa es la condición suficiente. Después, quizás hay condiciones necesarias: ir poco a poco, darnos tiempo para volver, que no sea de golpe, que sea progresivo, paso a paso.
¿Hay pistas que nos indican si volver es una buena idea?
Hay tres, básicamente. La primera pista, por supuesto, es el tiempo. El factor tiempo tiene que estar presente y de alguna manera tiene que ver con la cantidad. Cuánto más tiempo pueda pasar, mayor espacio voy a tener para revisar la relación. En ese sentido, el factor tiempo será clave, tiene que estar presente. Si yo vuelvo con mi ex dentro de dos semanas, nada va a haber cambiado, sino que va a estar todo más o menos parecido.
¿Y la segunda?
Si el primer factor tiene que ver con la cantidad, este tiene que ver con la calidad. Y esa calidad está relacionada con qué hago yo durante ese tiempo. A veces puedo revisar qué cosas pasaron en la relación anterior, en qué cosas me equivoqué y en qué cosas acerté. A veces puedo también, eventualmente, comenzar una terapia en ese tiempo que me ayude también a revisar estas cuestiones. De alguna manera, la calidad es lo que yo haga con ese tiempo que me tomo.
¿Cuál es la tercera?
La velocidad de la progresión, de lo gradual, de que vaya todo despacio, de que el hecho de volver no sea un punto de partida, sino que sea un punto de llegada. Después de vernos una cantidad de veces, de ir poco a poco, de ir viendo cómo nos sentimos, de ir viendo qué cosas nos pasan. En ese sentido, me parece que esa precaución puede servir para no salir lastimados en caso de que no funcione. Y también, puede servir para que no nos aceleremos y todo lleve su tiempo para que salga todo de la mejor manera posible.
Si nos hemos dado una segunda oportunidad, pero vemos que no funciona, ¿cómo podemos dar marcha atrás sin hacer daño?
Muy probablemente si la segunda oportunidad no funciona, se perciba. Quizás uno lo perciba más que otro, pero se percibe al fin y al cabo entre los dos. Yo creo que la sinceridad y el respeto siempre es fundamental para que el vínculo, a pesar de terminarse, quede en buenas condiciones.
¿Sufrimos igual en la segunda ruptura que en la primera?
Terminar una relación por segunda vez va a ser menos doloroso que la primera. Me parece que en ese sentido el dolor más fuerte lo pasamos la primera vez, en la primera etapa. Por más que hayamos depositado ciertas expectativas en este regreso, va a ser un poco menos doloroso. La segunda oportunidad va a tener diferencias, menos dolor en el caso de que no funcione y con menos impulso al principio también, porque no existe ese enamoramiento del inicio. Por el lado bueno, y el lado malo, la intensidad es menor.