Goldie Hawn y Kurt Russell; Denzel Washington y Pauletta; Barry Gibb y Linda Gray; Michael y Shakira Caine, y Dolly Parton y Carl Dean. ¿Qué comparten todas estas parejas, aparte de ser artistas muy conocidos? Todos ellos están embarcados en una relación que dura más de 40 años.
Los 'decanos' son el matrimonio formado por Dolly Parton y el empresario Carl Dean: 57 años de unión conyugal seguidos por los 53 de Barry Gibb y Linda Gray, y los 52 de Michael y Shakira Caine. Las otras parejas, las formadas por Kurt Russell y Goldie Hawn y Denzel Washington y Pauletta, 'solo' tienen a sus espaldas 40 años de matrimonio.
Todas estas parejas comparten el haber sido capaces de superar todo tipo de momentos. Los malos son siempre los más difíciles, pero los buenos también esconden algún regalo envenenado cuando no somos conscientes de que esa fase, por ideal que sea, terminará pasando y nos enfrentaremos a momentos menos positivos. La resiliencia es clave en ese punto para poder seguir transitando en la relación. Además de resiliencia, ¿qué otros valores se aplican a las parejas duraderas?
El amor duradero parte de un entorno amable, ese en el que ambos miembros de la pareja comparten los mismos valores. Un estudio publicado en Journal of Politics que analiza a 5.000 matrimonios mostró que el 95% de las parejas que no tienen ideologías políticas parecidas van a acabar separadas, aunque en los primeros estados de la relación, la diferencia ideológica parezca no afectar.
Al principio de la relación, la disparidad de criterios parece añadir interés y cualquier discrepancia se soluciona con amor con sexo. Pero cuando el enamoramiento falla, al cabo de unos dos o tres años, tener que negociar todas y cada una de las cosas importantes puede ser una losa para la pareja.
Tener experiencias similares implica estar en un rango de edad parecido. Conocemos parejas con una diferencia de edad notable, pero los expertos insisten en que los años un factor importante para la longevidad de la pareja. La razón es que es más probable que compartan nivel de madurez y de experiencia vital, algo que influye notablemente en la calidad de la relación.
En los países occidentales, un 8% de las parejas que mantienen una relación sentimental tienen, entre sí, una diferencia de edad de diez años. Estas parejas suelen enfrentarse a prejuicios externos sobre el valor de la relación y pueden terminar lastrándola. Al contrario, compartir hitos generacionales refuerza los vínculos, lo que protege a la pareja y le hace más resistente a los conflictos.
Independientemente del número que discusiones o de conflictos que se tengan, hay una pregunta que toda pareja debe hacerse: ¿nos imaginamos vivir el uno sin el otro?
La relación de pareja se construye en distintos estadios que van evolucionando con el tiempo. Se comienza en el enamoramiento, una fase corta que apenas supera los dos años y en la que todo fluye con una inusitada facilidad, y acaba en la fase del amor incondicional, el momento en que se es amante, amigo y compañero de vida.
Para llegar a esa fase, es necesario que ambos miembros de la pareja tengan la voluntad de seguir siéndolo como resultado de una reflexión profunda y honesta. La inercia y el amor verdadero se llevan mal: se puede continuar como pareja instrumental, pero no bajo el refugio de una relación con sentido.