Cinco preguntas para hacerle a tu pareja el último día del año

Uno de los versos más célebres de Leonard Cohen dice que "hay una grieta en todo, así es como entra la luz". Pero ocurre que las grietas muchas veces duelen. Por eso es que tan a menudo preferimos callar antes que confrontar. Más aún si hablamos de relaciones de años, en las que la rutina y el desgaste natural de la cotidianidad reducen la comunicación a un intercambio de información más o menos logística.

¿Cómo franquear esa barrera, particularmente en estas fechas convenientes al balance y los propósitos? Una aplicación llamada Good Chat -dedicada a promover la conversación de manera lúdica-, propone unas sencillas preguntas para 'romper el hielo', hacer recuento y, sobre todo, ser conscientes de lo que podemos hacer para mejorar en el futuro.

Las preguntas

¿En qué momento del año sentiste que estuvimos más conectados?

A menudo pasamos por alto la simple identificación de las cosas que nos hicieron sentirnos felices y satisfechos como equipo. Repasar esos momentos nos permite no solo regocijarnos en el recuerdo sino buscar crear las condiciones para que se repitan.

¿Cuáles fueron los principales retos que enfrentaste este año y que te enseñaron acerca de nuestra fortaleza como equipo?

En el otro extremo, conviene también hacer memoria de las dificultades atravesadas y de cómo fueron resultas (o no) en su momento. En cualquiera de los casos hay una lección que aprender sobre nuestras fortalezas y debilidades.

¿Qué sueños o metas hemos postergado este año como pareja o individualmente?

Con el paso de los años, muchas parejas llegan a creer que los sueños de cada uno son incompatibles o incluso excluyentes con los del otro. No hay mejor manera de solucionar este dilema que poniendo las cartas sobre la mesa y contarnos mutuamente el relato de lo que queremos para nosotros mismos y como pareja.

¿Qué hábitos o rutinas diarias has adoptado este año y cuán útiles han sido para ti?

Básicamente, se trata de intentar reconocer aquellas cosas a las que nos hemos acostumbrado ya se por entusiasmo o indolencia (la diferencia es muy importante para estos fines) y evaluar si han sido beneficiosas o inútiles. Y preguntarnos si realmente vale la pena seguir esa inercia o tomar cartas en el asunto.

¿Qué crees que nos haría sentirnos orgullosos y celebrar dentro de un año?

Una pegunta clave en la que cada uno de los miembros debería poder dar rienda suelta a su imaginación. Las metas pueden ser personales o colectivas, pero en cualquiera de los casos deberían proporcionarle a ambos igual satisfacción.

No son todas los interrogantes que se dan dentro de la pareja, porque las circunstancias son muy distintas en cada caso, pero son algunas de las imprescindibles para empezar el año con buen pie. ¿Te animas a preguntarlas?