Qué tienes que saber si estás pensando en divorciarte tras 30 años: "Cada miembro de la familia lo vive a su propio ritmo"

Cada pareja es un mundo. El trascendido de la separación de Pep Guardiola y su todavía esposa, la empresaria catalana Cristina Serra, ha cogido a todos por sorpresa y corren ríos de tinta sobre si eran "la imagen misma de la estabilidad durante tres décadas" y otros supuestos que, en realidad, solo deberían competerle a ellos mismos. En todo caso, los procesos de separación de parejas, tras haber construido toda una vida en común, tiene una serie de complejidades que lamentablemente superan a veces la frontera de lo emocional.

La decisión

La media de duración de un matrimonio entre los más de 80.000 que solicitaron el divorcio en 2023 fue de 16,54. El 32% de esas parejas tenía más de 20 años de casados. La edad promedio de los divorciados en España roza los 50 años. Todas estas cifras nos dicen que la gran mayoría de divorcios se producen en la madurez y tras una o más décadas de convivencia. Podemos inferir, pues, que se trata de decisiones meditadas. Y se puede decir que una vez tomada, los miembros ya han hecho lo más difícil. A partir de ahí, toca atravesar el duelo. Sin evitar sentimiento negativos, pero sin recrearte en ellos.

La parte legal

Una pareja es como una casa: acumula muebles, recuerdos, memoria. Bienes materiales que muchas veces pueden ser causa de discusión y procesos que empiezan siendo amistosos pueden pasar a contenciosos casi sin darse cuenta. Por eso, los expertos recomiendan asesorarse tanto de mediadores, en un primer momento, como de abogados para cada una de las partes. Es la mejor forma de salvaguardar lo emocional. Algo que más allá de asuntos económicos, es extremadamente delicado cuando hay hijos de por medio.

Los hijos

En décadas recientes se ha venido superando aquello de no separarse 'por los hijos'. De hecho, como te contábamos aquí, hay expertos que sostienen que “Para una mala convivencia, mejor una buena separación y un buen ejemplo para los hijos. Si uno está decidido a dar el paso y separarse es importante aclarar asuntos delante y detrás de los hijos pues estos lo perciben todo”. Por eso lo principal es no hacer de los mismos una moneda de cambio ni un arma arrojadiza, y hacerles participar del proceso en su justa medida y según su edad. Si hablamos de menores, por ejemplo, es importante dejar aclarado el tema de custodias y permanencias con cada progenitor mediante un Convenio. Si hablamos de adolescentes o jóvenes, hay que ser conscientes de que ellos también necesitaran ayuda para procesarlo.

Para Alicia Jiménez Rompinelli, psicóloga responsable en Alpea Psicólogos, especialista en terapia psicológica para adultos y parejas, "Probablemente llevará un tiempo procesar el cambio y cada miembro de la familia tendrá su propio ritmo en base a sus necesidades personales. Es propicio que cada persona busque apoyo cuando le sea necesario”.

El futuro

En este artículo te hablábamos de 'cambiar de enfoque' respecto al proceso de separación. La idea es que, como todo, esto también pasará. Mucha gente rehace su vida, y esto no implica necesariamente tener otra pareja. Hay muchos testimonios de personas que pudieron crecer y desarrollarse mejor en soledad: desde realizar viajes largamente postergados a estudiar carreras nuevas (¿por qué no?) o simplemente dedicar más tiempo a pensar en sí mismos. Hay expertos que aseguran que "Una vez que aceptas la soltería, puedes invertir plenamente en tu vida: comprar una casa, perseguir tus intereses o simplemente vivir de manera plena".