50 sombras del cole: "A mi pareja le gusta un padre del colegio, ¿qué hago?"

  • El 50% de los hombres y el 40% de las mujeres afirma sentirse atraído por un padre o madre del centro escolar de sus hijos, según una encuesta de la plataforma de citas Ashley Maddison.

  • Los perfiles narcisistas, los caprichosos y los afectados por el síndrome de Peter Pan son los más predispuestos a sentir este tipo de atracción.

  • Abordar el tema con calma, en un escenario neutro y sin los hijos delante es la primera estrategia para solucionar el conflicto.

Seguramente, quien tiene hijos en edad escolar lo ha visto más de una vez: ese flirteo, ese coqueteo tontorrón entre padres y madres que comparten nada menos que la educación de su descendencia. Si va a más o a menos, pertenece a la esfera de lo privado, pero lo cierto es que interacciona sí o sí con la vida de pareja. ¿De qué forma y hasta qué punto? ¿Cómo podemos abordarlo y qué hacer? Para saberlo, Uppers ha hablado con la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro.

Más habitual de lo que parece

"En vez de 'Las 50 sombras de Grey' son 'Las 50 sombras del cole'. No nos podemos ni imaginar la cantidad de padres y madres que en terapia admiten sentirse atraídos por algún padre o madre del colegio de sus hijos. De hecho, es un lugar excelente para flirtear", afirma la psicóloga. La razón es que se crean relaciones diarias, con una comunicación continua y, muchas veces, de temas importantes. La confianza se alcanza muy rápidamente.

"Día tras día, los mismos padres, las mismas madres, las mismas personas, algunas súper aburridas, algunas pasando una situación complicada o en proceso de separación o divorcio, y, de repente, viene un padre que te escucha, siempre con la excusa de hablar de los hijos, tan socorrida… Al final el roce hace el cariño", señala Ferreiro.

Una encuesta realizada por Ashley Maddison reveló que el 50% de los hombres y el 40% de las mujeres han reconocido flirtear en el colegio cuando llevaban a sus hijos. "Y afirman que es el mejor lugar y momento, que nadie sospecha, que es muy inocente. Dejas a tu hijo en la puerta del cole a primera hora de la mañana y si quieres sentirte deseada y tu marido no te hace ni caso, de repente con ese flirteo ganas seguridad. En algunos casos podrá haber una aventura sexual", advierte esta terapeuta.

Aunque parezcan inocuas, este tipo de relaciones se cuela en la vida de pareja y puede llegar a conmocionarla. "Recuerdo un paciente que llevaba a su hijo al fútbol del colegio y había una madre que le gustaba. Un día que estaba lloviendo compartieron paraguas. Me dijo que había sido uno de los momentos más eróticos de su vida y ahora tiene fantasías sexuales con esa mujer. Creo que tendrán sexo en breve", afirma la terapeuta.

Convivencias desgastadas

Hay varios factores que pueden influir en la necesidad de vivir una aventura. El estado de la propia relación de pareja es muy importante. "Si tienes una convivencia muy desgastada, estás muy aburrido, hay una insatisfacción sexual… Sobre todo en el caso de los hombres, si la parte sexual no está cubierta, puede haber mayor tendencia a la infidelidad", señala Ferreiro, quien, en su experiencia, sí ha visto diferencia de comportamientos entre hombres y mujeres.

"Por la parte de las mujeres es algo más emocional. Si tu marido no te escucha o no te sientes querida o segura, lo que vas a hacer es apoyarte en otro hombro en el que llorar y eso va creciendo. Hay veces que también influyen los problemas con los hijos. Con otro padre del cole puedes entenderte. Si, además, hay problemas económicos, estos distractores ayudan a evadirse", explica.

Sí habría, en opinión de esta profesional, una 'receta' a prueba de coqueteos: "si gozamos de una relación de pareja donde nos sintamos a gusto, queridos y deseados, no van a surgir terceras personas".

Señales de que es importante

Lo cierto es que en el colegio se dan una serie de circunstancias que convierten en casi íntimos a personas que quizá no hubieran coincidido nunca. Las razones son claras: cuando los hijos son pequeños porque los cuidados y la implicación de los padres son continuas; cuando son mayores y ya no puede ejercerse un control férreo, la comunicación con los padres de los amigos más próximos se intensifica.

"A través del colegio se produce ese intercambio de whatsapps inocentes, se empieza a compartir cumpleaños o tienen que quedar para hacer un trabajo. Conozco casos de personas que han aprovechado el momento de llevar a su hijo a un cumpleaños para ser infieles", afirma Ferreiro.

Lo fundamental en este punto es comprobar hasta qué punto es un escarceo o hay algo más profundo. "Hay que diferenciar entre capricho y enamoramiento. Si se confunde, se hace aún más daño", explica la terapeuta.

Las señales que muestran que es algo más que una aventura tienen que ver con lo emocional. "Si no es un capricho, muestras tu lado más vulnerable. Tienes una conexión profunda a nivel mental y emocional, piensas en su felicidad, te gustaría hacer con esa persona planes a largo plazo, te ves en una vida futura… Estás apuntando al enamoramiento", afirma esta psicóloga.

Peter Pans, narcisistas, caprichosos...

No hay una regla matemática que prevea quiénes son más proclives a tener una aventura, pero sí hay ciertos perfiles psicológicos que predisponen. "El primero es el de Peter Pan (de hecho, hay un síndrome de Peter Pan). Son personas que se han quedado ancladas en la infancia, que tienen miedo a crecer y a aceptar roles que por su edad implican compromisos. Esto dificulta sus relaciones", asegura la terapeuta.

En segundo lugar están las personas narcisistas, esas que necesitan gustar y sentirse deseados. "Tengo una paciente cuyo marido sale mucho de copas, necesita gustar a las mujeres, tiene un ego desmedido. Esto puede ser adictivo. Esta persona se valida a través de las mujeres y juega con fuego, además de no respetar a su pareja", explica Ferreiro.

El último perfil es el de los caprichosos. "Son aquellos que desean algo mucho y cuando lo han disfrutado, le dan la espalda. El narcisista, el Peter Pan y el caprichoso son infieles por naturaleza: les gusta coquetear y cometer infidelidades. En algún caso, incluso, cuando hay una infidelidad en serie, se crea una nuevo perfil: el infiel vengativo, el que lo hace por venganza", advierte esta psicóloga.

¿Cómo abordarlo?: de la reconquista a la separación

La persona que ve que su mujer o su marido está en esta situación de flirteo o coqueteo o quizás ya en una relación más profunda, ¿cómo puede abordar el tema? "Lo fundamental es afrontar el tema de manera calmada y sin vergüenza. Encontrar el momento oportuno, en un ambiente neutro, sin que estén los hijos delante. Dejar que la persona hable y exprese lo que sienta", aconseja la experta.

En su opinión, es un momento para revisar la relación y ver qué responsabilidad tiene cada uno. "A veces también hay que buscar ayuda profesional. Se puede reconstruir la relación y para ello hay que cuidar la autoestima de las dos partes. En estas situaciones la persona puede reconocer que se ha sentido atraído por alguien, pero quiere mantener su relación", explica la psicóloga.

A veces, puede ser hasta un tratamiento de choque para la pareja, una oportunidad para repensar cómo queremos seguir viviendo y expresar nuestros deseos. "Si se activa el miedo a la pérdida puede, ser un revulsivo. En este caso, hay un objetivo, un plan de reconquista en el que hay que reflexionar qué ha pasado y por qué", señala Ferreiro. En otros, la desconfianza puede corromper la relación. En este punto, el vínculo con el padre o madre de nuestros hijos queda pulverizado.