Cuenta una historia sobre el matrimonio de Stephen King y Tabitha Jane Spruce que, al poco de contraer matrimonio y cuando ella estaba embarazada de su primera hija, Naomi Rachel, el dinero empezaba a faltar y Stephen llegó con una oferta de trabajo que le ocuparía algunas noches a la semana.
Su mujer, entonces, le preguntó: "¿Te dejará tiempo libre para escribir?". "Apenas", respondió él, "pero son solo unos días a la semana". Entonces, Tabitha le hizo encontrar el camino: "No puedes coger ese trabajo; necesitas escribir". El resto de la historia es Historia: decenas de novelas, relatos cortos, guiones y premios por doquier gracias al sabio consejo de Tabitha.
Ahora, el libro que escriben en común cumple 50 años. Las bodas de oro de una pareja que ha dedicado su vida a la escritura. Porque Tabitha no es "la mujer de Stephen King" únicamente, sino una prolífica autora y activista por los derechos humanos.
Tal es así, que el 28 de febrero de 2019 Stephen King vio cómo su cuenta de Twitter era 'tomada' por Tabitha para reclamar su propio y merecido lugar. El contexto era una donación de 1,25 millones de dólares que habían hecho a la New England Historic Genealogical Society y que los medios titularon como "La mujer de Stephen King hace una donación..." o "Stephen King y su mujer realizan una donación...". La donación, según Stephen, era idea de ella, y por eso su queja a los editores que la menospreciaron en sus titulares.
"Podríais haber tomado otras decisiones. Podríais haberos referido a mí como 'de Stephen'. O su anciana. O Su-Bola-Y-Cadena. Tengo hijos. Podríais haberos referido a mí como 'madre de novelistas'. Tengo una hija, pero ¿no sería una tontería referirse a mí como Madre del Clero?", se quejó en Twitter. Por eso, al César lo que es del César, y a Tabitha lo que es de Tabitha.
Ella, natural de Maine (Estados Unidos), donde reside con su marido, ha escrito ocho novelas entre las que destacan Candles Burning (2008), Survivor (1997) o The Book of Reuben (1994), además de numerosos cuentos y cinco libros de poesía.
Aunque se casaran en 1971, Stephen y Tabitha llevaban saliendo desde dos años antes, en 1969. En la autobiografía de King, 'Mientras escribo', el escritor describe así el momento en el que conoció a su futura mujer:
"Cuando nos conocimos, estábamos trabajando en una biblioteca y me enamoré de ella durante un 'workshop' de poesía en el otoño del 69. Yo era senior y Tabby junior. Me enamoré de ella en parte porque entendí lo que estaba haciendo con su trabajo. Me enamoré porque ella entendió lo que estaba haciendo con él. También porque ella llevaba un vestido negro sexy y calcetines de seda", describe.
Durante los años 80, el escritor cayó en las drogas y el alcohol hasta el punto que estuvo a punto de ser expulsado de casa por ello. Tabitha se armaba de paciencia, pero llegó un momento en el que ya no pudo más y estalló. Stephen lo recogía así en su autobiografía.
"El objetivo de esta intervención, que ciertamente fue tan desagradable para mi esposa y mis hijos como para mí, fue que me estaba muriendo justo en frente de ellos. Tabby dijo que tenía una opción: podía conseguir ayuda en una rehabilitación o podía largarme de casa. Dijo que ella y los niños me amaban, y por esa misma razón, ninguno de ellos quería presenciar mi suicidio". Después de aquello, King pudo solventar sus problemas con el alcohol y llegar a afirmar en 'Mientras escribo' que ahora ya era "un hombre sin resaca".
Ahora, tras 50 años de matrimonio y con una pandemia mediante, el matrimonio King vive sin fisuras emocionales ni económicas. Una historia de éxito común que nació aquel mismo día en el que Tabitha supo reconducir la historia de su marido y la de ella misma para enfocarse en el camino de las letras y los personajes. Un ejemplo de fortaleza para estos tiempos que corren.