El sexo y la masturbación parece que siempre han ido a la contra del deporte y del rendimiento de los atletas. Desde hace años se ha ido promulgando que la masturbación, los juguetes sexuales y el sexo son enemigos del rendimiento deportivo. Pero ¿y si eso fuese mentira? ¿Es realmente el sexo un buen aliado antes de hacer deporte? Parece que el boxeador Tyson Fury fue un pionero cuando declaró que “me masturbo hasta siete veces al día para mantener la testosterona continuamente bombeando”.
Sin irnos muy lejos, una revisión de más de 500 estudios fue publicada en 2016 y la conclusión de los resultados fue clara: no había efectos negativos en el rendimiento deportivo ni de los hombres ni de las mujeres que habían tenido sexo antes de una competición, por lo menos después de haberlo hecho 10 horas antes. Sí que algún estudio ha establecido que, por ejemplo, dos horas después de haber mantenido relaciones, los deportistas tenían una frecuencia cardíaca mayor en una prueba de esfuerzo, pero nada reseñable respecto a su rendimiento.
Para que nuestro cuerpo esté a tope es necesario no solo entrenarlo, también que descanse, y este es uno de los aspectos en los que el sexo puede ser de ayuda al inducir ese sueño que necesitamos para estar al día siguiente descansados antes de competir. Además, durante el orgasmo se produce prolactina y oxitocina, que son hormonas que nos ayudan a tener un sueño de mejor calidad.
Luego está la testosterona, que juega un papel clave en el crecimiento de los músculos. Existe una falsa creencia que se ha expandido y dice que la masturbación o las relaciones sexuales reducen el desarrollo muscular, algo completamente falso. No obstante, sí que es cierto que existen investigaciones que reflejan que pasar semanas sin eyacular puede generar una leve subida de testosterona en nuestro organismo sin que llegue a afectar significativamente al desarrollo muscular.
Por su lado, otra investigación señalaba que una abstinencia prolongada no es lo más adecuado para nuestro rendimiento deportivo, ya que podemos tener cierta frustración que genere estrés y afecta al catabolismo muscular. Otros estudios justamente reflejan como la masturbación o el sexo benefician a nuestro estado de ánimo al liberar endorfinas, sustancia que nos produce una sensación de bienestar.
Lo que sí que puede llevar a que al día siguiente los músculos no estén a tope es la intensidad de las relaciones sexuales, ya que si son excesivas al día siguiente sí que es posible que los músculos estén algo más cansados de lo normal.