El sexo es un aspecto clave en la salud y forma parte de la vida de todos, aunque cada persona lo experimente de distinta manera. El Día de la Salud Sexual, que se celebra cada 4 de septiembre, insiste en la importancia del sexo en el bienestar, introduciendo algunos matices: el sexo de los 20, sin pareja estable, no es el mismo que a los 50, con muchos años de vida en común.
Independientemente de nuestro historial, siempre hay una pregunta que nos ronda en cualquier encuentro sexual: ¿cómo ha sido la experiencia? ¿He hecho disfrutar a mi pareja? De ahí surge la pregunta que probablemente más nos hacemos: ¿soy buena o bueno en la cama?
Como todo, la excelencia se consigue con la práctica. Aunque, como montar en bicicleta, el sexo nunca se olvide, el número de relaciones tiene que ver con la calidad de la experiencia.
Disfrutar del sexo también tiene que ver con la comunicación, ser capaces de expresar lo que necesitamos y de lograr que la otra parte también comparta sus deseos.
Pero las dos cosas que más enturbian nuestra relación con el sexo son las expectativas y los prejuicios. Sobre las expectativas, el porno ha hecho que se instalaran unos estándares que no coinciden con la realidad. El porno puede cumplir una función muy útil para activar el deseo, pero no representa la referencia de lo que es una relación sexual satisfactoria.
Liberarse de mitos y prejuicios es otra tarea pendiente para quienes quieran disfrutar del buen sexo. Como explica en este vídeo la sexóloga Ana Lombardía, en pleno siglo XXI, "la gente viene a consulta con los mismos mitos y los mismos problemas de siempre". Dale al play si quieres conocer las recomendaciones de la experta.