Pensar en la jubilación y plantearte hacerlo, al menos la mitad del año, en un destino de playa es un lujo. Después de tantos años trabajados y cuidando de los tuyos, llega el momento de dedicarte tiempo a ti, a disfrutar y descansar. Sin embargo, en ocasiones, plantearte afrontar el precio y los gastos de una segunda vivienda es demasiado. En los últimos años han nacido y crecido los modelos de negocio que acercan el lujo a un mayor número de clientes potenciales, haciendo accesibles productos o servicios que estaban, hasta ahora, al alcance de unos pocos. Es el caso del modelo de copropiedad, que ofrece la posibilidad de acceder a una tipología de segundas residencias de mayor valor por una fracción de su precio.
Hay compañías que se dedican a buscar casas de lujo en los principales destinos vacacionales de España. Cada casa se divide en 8 participaciones y cada una de ellas da derecho a disfrutar de la casa durante 45 días al año, pudiendo adquirir hasta un máximo de 4 participaciones que darían derecho a seis meses anuales.
“Nos encargamos directamente del trabajo previo de la compraventa, que incluye desde presentar la documentación legal hasta obtener financiación para los copropietarios o coordinar la reforma, en caso de que la necesitara, y constituir una Sociedad Limitada que regula el uso de la vivienda y la relación entre los copropietarios y nosotros”, nos explican desde Dalima, una de las empresas que ofrece este tipo de viviendas.
Una vez que la compras, lo bueno es que tampoco tendrás mucho de lo que preocuparte. Será la empresa la que se encarga de todo: limpieza, mantenimiento, reparaciones, gestiones administrativas e impuestos, proveyendo, además, de un servicio de soporte a cada propietario disponible las 24 horas del día, todos los días del año.
El reparto de días se hace equitativamente a través de tecnología puntera para que no haya irregularidades. “A través de la app, cada copropietario puede reservar fácilmente su estancia con una antelación mínima de 48 horas y máxima de 2 años, así como servicios y experiencias que van desde organizar la compra antes de la llegada a un chef privado, un masajista, una niñera o el alquiler de un barco”, apuntan. Las fracciones de vivienda van desde 80.000 euros pero las empresas organizadoras financian la mitad, por lo que el desembolso inicial empieza en los 40.000.