Durante el verano las zonas costeras atraen a mucha más gente que durante el resto del año. Personas que abandonan durante sus vacaciones su lugar de residencia para pasar unos días junto a la brisa marina, dándose unos chapuzones en el mar, o tostando su piel al sol. Muchos acuden a playas espectaculares que, en ocasiones, pueden ser peligrosas, especialmente si no se conocen bien, ya que pese a que parezca que el mar está en calma, las corrientes marinas nos pueden hacer pasar un mal rato e incluso poner en peligro tu vida.
La Guardia Civil ha aprovechado estos días de calor y de inicio de vacaciones para muchos para recordar a la población cómo actúa la corriente de resaca en el mar y de qué manera debemos actuar si nos vemos en esa situación para evitar ahogamientos y salir sanos y salvos del agua.
Verse en esa situación es más común de lo que parece. Sin embargo, al vernos arrastrados por la resaca marina tendemos a intentar salir del agua, y ese es el gran error, ya que nos cansa y puede hacer que nos hundamos y nos ahoguemos. Por eso mismo el principal consejo es mantener la calma y no luchar contra la corriente, sino dejarse arrastrar, ya que lo que hace es alejarte de la costa, pero no llega a hundirte.
Al dejarte arrastrar saldrás de la corriente nadando en paralelo a la playa, hacia un lado de la resaca para salir de ella y, una vez fuera cuando notes que ya no te arrastra, regresar a la orilla. En caso de que te encuentres cansado, se aconseja mantenerse a flote o nadar de espaldas, solo con el movimiento de los pies, para así mantener el máximo de fuerzas posible.
Pero ¿qué pasa si no logras escapar? En ese caso recomiendan intentar mantenerse a flote pataleando hasta que llega la ayuda de los socorristas de la playa, que deben estar atentos a lo que ocurre en el agua, especialmente en días en los que hay corriente de resaca. No obstante, puede que no se te vea, en ese caso conviene gritar o agitar los brazos para hacerte visible y que desde la orilla vean que estás en problemas y necesitas ayuda para salir.
¿Y las colchonetas? En muchas playas vemos a niños, adolescentes y adultos disfrutar del agua con ellas, pero deben utilizarse siempre con precaución y con el mar en calma, pues las corrientes pueden arrastrar los hinchables hacia dentro con facilidad y sin que nos demos cuenta. De ocurrir esto, lo ideal es abandonar la colchoneta para tener una mayor capacidad de movimiento y seguir los pasos anteriores para intentar llegar a la orilla sano y salvo.