España cuenta con una riqueza paisajística de la que pocos países pueden presumir. En zonas de interior podemos encontrarnos cordilleras por las que corren ríos, lagos, zonas boscosas o incluso desiertos, mientras que en la costa hay desde playas de gran oleaje para los más surferos hasta calas de arena con aguas cristalinas donde disfrutar de un día de sol. Normal que muchas producciones internacionales elijan nuestro país para venir a rodar series y películas. Pero hay mucho más de lo convencional, como cuevas llenas de encanto y misterio que se pueden visitar para adentrarse en lo más profundo de la tierra.
Este es el caso de la cueva de s’Aigua, en Menorca, una cavidad creada por la madre naturaleza que cuenta con 2.500 metros de profundidad que ofrece un paisaje rocoso espectacular que cuenta con un secreto en su interior, un impresionante lago. ¿Lo mejor? Que es un enclave natural que se puede visitar.
La cueva de s’Aigua está localizada en la zona oeste de la isla, en Cala Blanca. Según la guía turística Viaja Menorca, se trata de una cueva natural con origen cárstico que se formó en el subsuelo de la roca calcárea del periodo mioceno, lo que la convierte en la que probablemente es la cueva natural más importante de Menorca.
Las primeras noticias de la cueva datan de 1756, donde en un libro sobre la historia de la isla se habla de la formación de la cueva. Además, se conoce que la cueva fue descubierta en la época prehistórica y durante años se le dio diferentes usos tanto a la zona rocosa como a donde se encuentra el lago, esta última utilizada como lugar de enterramiento. Entre otros, se ha encontrado presencia de cerámicas romanas, islámicas y medieval cristiana.
La cueva de s’Aigua se puede visitar siempre que se compre entrada para alguno de los pases de la visita de 45 minutos que te adentran por toda la formación rocosa mientras te explican cómo se formó la cavidad hace millones de años hasta llegar al lago de aguas cristalinas que permite ver con claridad el fondo rocoso.