En arquitectura hay un pecado mayor que el de construir un edificio feo. Hacer algo aburrido es lo peor. Por eso, los arquitectos consagran todo su saber y experiencia a hacer de sus construcciones algo original, aunque para eso tengan que retar la estética del momento, la tecnología o, incluso, el presupuesto. No es algo banal, en el mundo hay obras hoy reconocidas que empezaron siendo despreciadas por la sociedad del momento. La Sagrada Familia de Gaudí tuvo numerosos detractores; en Madrid, las Torres Colón, el primer edificio de arquitectura suspendida de España, también sufrió la crítica de los ciudadanos.
En casos como estos, cuando algo pasa de ser no muy apreciado, a ser muy especial y, más tarde, convertirse en un icono, nos preguntamos qué es feo hoy desde el punto de vista arquitectónico. La misma pregunta se la ha hecho la empresa de material de construcción Builworld. Y el resultado sorprende.
Esta empresa ha decidido mediar en el debate identificando los edificios que reciben los peores calificativos por parte de los visitantes y para ello ha escogido el termómetro social por excelencia: Twitter.
Buildworld analizó una larga lista de edificios de todo el mundo, especialmente de Reino Unido y Estados Unidos, mencionados en esta red con términos negativos. Luego utilizó una herramienta de monitorización llamada HuggingFace para analizar los porcentajes y el 'premio' al edificio más feo fue para... el Parlamento de Edimburgo, en Escocia.
Construido tres años después de su fecha prevista y cuatro años después de la muerte de su arquitecto, el edificio del Parlamento de Escocia lidera la lista de construcciones consideradas "horribles". El proyecto, liderado por el estudio del catalán Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, fue impopular desde el principio: no se entendió el encargo a un arquitecto que no fuera del Reino Unido, superó 10 veces el presupuesto inicial y sufrió numerosos retrasos.
Sus detractores afirman que no se adapta al verde y húmedo paisaje escocés y ofrece a los visitantes un frío recibimiento en su hall de entrada, calificado por los usuarios de "oscuro y lúgubre, más aún con el clima de Edimburgo". Algunos expertos van más allá: "Parece una cueva", afirma el antiguo decano del Colegio de Arquitectura de Glasgow Des McNulty.
El segundo edificio más feo, según Twitter, es el rascacielos norcoreano Ryugyong Hotel, apodado el 'Hotel Maldito' por su forma de pirámide hecha a base de cemento que le confiere un aspecto de mausoleo, aunque una reciente reforma en la que se ha utlizado cristal y metal para aligerar su descomunal presencia han suavizado el efecto mole de esta construcción que ya tiene 35 años. Entre los edificios catalogados de "horrendos" no se encuentra ninguno español.