El verano suele estar acompañado de playas abarrotadas, pueblos atestados, caos urbanos… Hasta atascos para ir a la playa o a la montaña (y el consiguiente problema del aparcamiento). Aunque parezca mentira, hay destinos que es mejor evitar. Un reciente estudio de Responsible Travel, una agencia de viajes consciente, muestra que hay 98 destinos en el mundo, ubicados en 63 países, en los que el turismo en verano supone un grave problema. Según las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2030 el flujo de turistas que viajen a otro país superará los 2.000 millones de personas. Cada gobierno reacciona como puede para gestionar el flujo de viajeros, desde imponer tasas de entrada o, directamente, limitar los accesos a determinados enclaves, pero aún así hay lugares que mejor no pisar en verano. ¿Cuáles? Compartimos los más conocidos y te damos su alternativa.
Londres siempre encabeza la lista de los destinos más populares, independientemente de la época del año, con la salvedad de que la reciente coronación de Carlos III está atrayendo a más turistas de los habituales. Para quienes quieran pisar tierras británicas este año, sugerimos una opción más sencilla y más económica: a tan solo 75 kilómetros de la capital, Brighton es una ciudad costera llena de encanto. Destacan el Brighton Pier, un muelle que data de 1899 y que es el más largo y antiguo del mundo. La ciudad es también conocida por sus calles comerciales, la belleza del Royal Pavilion y un escenario gastronómico bastante interesante. Brighton es la ciudad del Reino Unido con más restaurantes por persona.
Barcelona es una ciudad bellísima, asediada en los meses de verano. La alternativa puede ser Valencia, una ciudad sorprendente que aúna historia y vanguardia. La increíble Ciudad de las Artes y las Ciencias proyectada por Calatrava, el verde paseo de los jardines del Turia, la catedral, la Marina de Chipperfield y Vásquez... También hay que destacar el Palacio del Marqués de Dos Aguas, que tras su fachada barroca alberga el Museo Nacional de Cerámica. A poca distancia está la antigua Lonja de la Seda, patrimonio de la UNESCO, razones más que suficientes para plantearse una visita a la ciudad.
Además de un famoso perfume de Dior, Portofino personifica el lujo de la dolce vita y del apacible encanto del Mediterráneo italiano. Es también la joya de la Riviera, un imán para el turismo internacional que ahora mismo tiene que ser estrictamente regulado para preservar la seguridad de los visitantes. Como alternativa proponemos Savona: un destino insólito, menos frecuentado y conocido por su maravillosa arquitectura barroca. Savona es una increíble ciudad para visitar, lejos de las multitudes y de los carísimos precios de otras localidades de la costa ligur.
Venecia es el sueño de muchos viajeros. Sin embargo, debe evitarse a toda costa en temporada alta, ya que la cantidadde personas que la visitan convierten en imposible. Sin embargo, en la laguna veneciana se puede vivir en modo slow en el islote de Giudecca. Los venecianos la llaman ‘espina larga’ por su forma alargada. Giudecca es la otra cara de Venecia. Entre sus monumentos destacan la iglesia del Santísimo Redentor, de Andrea Palladio, la Casa dei Tre Oci, la cristalería Morasso, así como las distintas galerías de arte y talleres de artesanía.
Largas colas para visitar museos, atascos de barcos por los canales... Holanda en un país encantador, pero el exceso de turismo le hace estar en la lista de las ciudades a evitar en verano. Hace años, las autoridades turísticas decidieron mostrar lugares menos conocidos, como Rotterdam, un destino rico en arte y cultura. Joven, dinámica y cambiante, posee una innovadora mezcla arquitectónica. Entre lo más interesante, el Depot Boijmans, una sucursal del Museo Boijmans Van Beuningen, que alberga una de las colecciones de arte más importantes del país.