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Cualquiera que veranee en familia conoce esa sensación: la de volver 'agotado' de las vacaciones. Es normal, si consideramos que muchas veces hay que conciliar gustos y preferencias de personas muy distintas, ya sea la propia pareja o los hijos adolescentes que ya tienen sus propias exigencias. Y no se trata de ser egoísta o de no querer compartir tiempo con los nuestros, se trata de supervivencia.
Por eso cada vez más personas buscan unas (breves) 'vacaciones de sus vacaciones' que pueden representar desde unas horas hasta un fin de semana, según la situación de cada uno y, muy importante, la capacidad de conciliar, algo que se vuelve determinante cuando hay hijos de por medio ya que el tiempo que de 'liberación' de unos significará para el otro asumir más responsabilidad.
El primer paso es, pues, organizarlo con tu pareja o los otros adultos a cargo, de manera responsable y buscando la distribución equitativa del tiempo. Encontrar los momentos posibles en los que podrías ausentarte minimizando el impacto sobre los planes familiares es buen punto de partida.
Escapadas rápidas si estás de viaje
Una buena idea para una escapada solitaria si estás en otra ciudad son los museos. Incluso si ya hay planeada en el itinerario familiar alguna visita, las capitales suelen tener más de una oferta interesante y siempre puedes montártelo para librar una mañana en ese 'otro museo' que quedó descartado de la primera elección. Son espacios tranquilos, estimulantes y frescos en los que podrás tener esos momentos de reflexión que a veces no nos permitimos.
Puedes también, montarte un itinerario específico por librerías de la ciudad, o incluso recurrir a las bibliotecas públicas. Te sorprenderá saber lo bien que te hace un rato de silencio y lectura. O puedes hacer todo lo contrario, olvidarte de las agendas y las guías turísticas y salir a caminar sin rumbo fijo por la ciudad haciendo paradas en los cafés que te llamen la atención.
También puedes aprovechar para visitar a ese amigo o amiga que no veías hace tiempo y que no necesariamente debe plegarse a los planes con tu familia.
En la playa, las horas de ejercicio y meditación son las ideales para un desconexión solitaria. Normalmente solemos dedicarle un tiempo muy breve por las mañanas. ¿Por qué no organizarlo para que ese tiempo se extienda durante toda una mañana o incluso todo un día?
Puedes simplemente buscar playas aledañas en las que refugiarte temporalmente o puedes, si eres de los que prefieren tenerlo todo más organizado, buscarte un spa cercano que te permita pasar un día entre mimos y cuidados de tu salud física y mental.
Si tu destino es más de montaña o pueblo ¿por qué no realizar una escapada solitaria al pueblo de al lado? Te sorprenderá la el cambio que pueden significar unos pocos kilómetros de distancia. Y pasar el día en otros cafés o recorriendo otras calles y mezclarte con los lugareños puede resultar muy interesante. Muchos pueblos celebran fiestas y verbenas y en general se puede conocer a mucha mas gente estando solo. Quedarte a pasar una noche en un apartamento tampoco es mala idea si lo gestionas con anticipación.
Eso sí, ten en cuenta que para cualquier 'escapada solitaria' debes tomar las medidas de seguridad del caso. Es importante desconectar pero también estar ubicable por tu familia. Con lo que volvemos a la necesidad de consensuar siempre los planes solitarios. Tener el móvil cargado y que se sepa siempre tu ubicación es imprescindible. Y por ultimo, recuerda que las vacaciones de tus vacaciones, por efímeras que sean, tienen la finalidad de que recargues las pilas para volver a los tuyos con renovadas energías. Los beneficios son para todos.