España es una vieja amiga de National Geographic. Nuestro país es un habitual en los listados de recomendaciones de esta entidad, conocida por su autoridad en materia turística. La Península Ibérica destaca por la diversidad de sus paisajes y su oferta cultural. Aunque dispone de atractivos durante todas las épocas del año, el verano es el momento del año en el que el turismo brilla más gracias a sus horas de sol y a sus kilómetros de costa.
Si bien la costa mediterránea y atlántica se llevan la mayor parte de las visitas turísticas, National Geographic se fija en esta ocasión en una localidad ubicada en pleno cantábrico y la destaca como el pueblo más bonito donde pasar el verano. ¿Cuál es ese enclave? Comillas, en Cantabria.
La fama de Comillas data de antiguo. En la mañana del 26 de agosto de 1881, el rey Alfonso XII se dio un baño en la playa de Comillas, algo que, según se cuenta en las crónicas, contó con su beneplácito, convirtiendo la localidad en el 'place to be' de la época.
A partir de ese momento, el rumbo de Comillas cambió radicalmente: se convirtió en lugar de vacaciones real y en el epicentro vacacional de la alta sociedad, la única que entonces podía viajar, algo que permanece hasta nuestros días.
Sin embargo, el cerebro detrás de la popularidad del pueblo cántabro fue Antonio López y López, primer marqués de Comillas. Su mecenazgo impulsó la creación de edificios icónicos, como el palacio del Capricho de Gaudí y la propia universidad pontificia de Comillas, además del puerto.
Ubicada en la costa cantábrica, Comillas presume de playas espléndidas. Entre las alternativas para disfrutar del sol, el mar y la brisa marina, destaca la playa de Oyambre, que se localiza en el parque natural del mismo nombre, un lugar para pasear en medio de dunas, playas, prados y estuarios.
El pueblo de Comillas, con calles adoquinadas y un ambiente sosegado, es fabuloso para conocer la historia del lugar, como muestran sus casas blasonadas, su arquitectura tradicional y sus tiendas de antigüedades.
La gastronomía es otro de los atractivos que hace de Comillas un destino de primer orden. El cocido montañés, los quesos y postres típicos como la quesada, junto a los productos del mar, con mariscos y pescados azules como protagonistas principales hacen del verano en Comillas una experiencia inolvidable.