España cuenta con paisajes absolutamente únicos que nos permiten disfrutar de auténticas joyas sin tener que viajar miles de kilómetros a países que están en la otra punta del mundo. Tenemos grandes ciudades, bosques frondosos de diferentes tipos y singularidades, playas perfectas para disfrutar del sol o practicar deportes acuáticos, entornos naturales que admirar gracias a sus senderos… Es lógico que una localidad española haya sido elegida como la mejor joya escondida de Europa en 2024.
European Best Destinations, plataforma de promoción de viajes creada en 2009, describe a la mejor joya escondida como un lugar “protegido del frío viento del norte por los picos de la Sierra de Aitana. Villajoyosa goza de un agradable microclima y temperatura a lo largo del año”. En la lista hay otros dos destinos españoles: Castro Urdiales y Ares del Maestre.
Villajoyosa es una localidad alicantina de la Costa Blanca que se encuentra en la comarca de la Marina Baja, un pueblo que fue de pescadores, marineros y comerciantes que sigue vivo gracias a su arquitectura, con casas de mampostería llenas de colores que le da a sus calles una alegría que poco lugares tienen. La razón por la que sus casas son de colores es porque así los pescadores sabían cuál era su casa al llegar a tierra tras días o semanas en la mar.
Todo su casco antiguo es una verdadera invitación a perderse por sus callejuelas para pasar de Las Murallas hasta la Iglesia-Fortaleza de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico catalán.
Al tener tan presente el mar, en Villajoyosa hay varias torres de vigía que hace siglos vigilaban bien todo el litoral para poder avistar a tiempo la presencia de barcos enemigos. En total cuenta con unos 12 kilómetros de costa y hasta 13 playas en las que poder disfrutar del mar Mediterráneo, aunque lo que no puede faltar en una visita es una caminata por el paseo marítimo, que permitirá admirar toda su esencia.
Para comer no hay nada como probar el pescado o los arroces que se preparan en la zona, aunque tampoco hay que olvidar que hay una gran tradición chocolatera con fábricas de elaboración artesanal, como Chocolates Valor.
Tras Villajoyosa, el segundo puesto de las grandes joyas de Europa no tan conocidas está Ares del Maestrat, en Castellón. Un ranking que completan Primosten, en Croacia; Bokod Floating Village, en Hungría; y Naantali, en Finlandia. Además, también aparecen localidades de las Islas Feroe, Dinamarca, Alemania, Portugal o Georgia.