Aunque ha costado que formara parte de la agenda de los gobiernos, el cambio climático es una realidad que está rediseñando el mapa de los destinos turísticos, amenazando la supervivencia de algunos de ellos.
El aumento del nivel del mar y de las tormentas, el deshielo de los glaciares y la degradación de los ecosistemas amenazan zonas que atraen anualmente a millones de turistas. El fenómeno no solo afecta al medioambiente, sino a la economía, especialmente en las comunidades que dependen del turismo. ¿A cuáles nos referimos? Estas son las tres más perjudicadas.
Uno de los destinos más codiciados por los turistas que quieren disfrutar de aguas turquesas y arena blanca podría desaparecer en el año 2100. Así lo indican las proyecciones realizadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Según estas proyecciones, el nivel del mar aumentará en 2050 entre 0,18 y 0,23 metros.
Otros estudios son aún más pesimistas y señalan que la la región podría volverse inhabitable dentro de algo más de 30 años, en 2060.
Otro destino que atrae a varios turistas anualmente y es candidata a una posible desaparición es Venecia. La UNESCO recomendó hace algún tiempo que la ciudad se añadiera a la lista de sitios patrimoniales en peligro, pero entonces no se hizo nada hasta pocos años más tarde, en septiembre de 2023, durante la reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO en la capital de Arabia Saudí.
El estado italiano está realizando trabajos para contener el aumento del nivel del mar, pero aún no hay nada concluyente. Sin embargo, los expertos en clima advierten de que la ciudad de los canales es muy vulnerable al cambio climático.
El cambio climático no solo afecta a los entornos marítimos. En los destinos de montaña, algunas localidades ya tienen que producir nieve artificial y podrían tener que cerrar antes de tiempo. La consecuencia es que el turismo de invierno puede verse gravemente perjudicado. La reducción de la capa de nieve ya está afectando a las zonas de esquí de Estados Unidos y de los Alpes. En el caso de Europa, el turismo que acude anualmente a localidades como St. Moritz, Zermatt o Chamonix podría verse sin estaciones de esquí.
Por último, un estudio de la UNESCO ha mostrado que los glaciares situados en 50 sitios del Patrimonio Mundial están retrocediendo a un ritmo alarmante desde los años 2000 debido a las emisiones de CO2. Algunos de ellos están cercanos al Everest; se calcula que están perdiendo 58.000 millones de toneladas de hielo al año, lo que supone el aumento del 5% del nivel del mar.