Estos días pocas son las playas que cuentan con un hueco libre. Agosto es sinónimo de vacaciones, y la gran mayoría las utiliza para paliar el calor sofocante en la costa con un chapuzón en el mar. Unos optan por el mediterráneo, otros por conocer Canarias o Baleares, o por irse al norte con el frío mar cantábrico. Y aunque la arena parezca un lugar sin ley, lo cierto es que hay que estar atento a las normas del destino al que vas, porque puede que no puedas jugar a las palas como te gustaría o tomarte esa cervecita fresquita bajo la sombrilla.
Se podría hablar en general, pero la realidad es que son los ayuntamientos y sus normativas los que señala que sí y que no se puede hacer en la playa. Actividades tan normales como jugar a las palas o con un balón sobre la arena son solo algunas de las que sorprende que estén prohibidas en las playas de diferentes localidades españolas, como puede ser Valencia o Málaga, con multas de hasta 3.000 euros si se hace en la arena o en el agua.
Otra costumbre muy española es la de guardar el sitio. Tener tus cosas en la playa mientras estas en el agua no es ningún delito. Pero eso de dejar tu toalla y tus cosas colocadas mientras te vas a echar una siesta a la fresca puede suponer una multa de 300 euros en playas de Murcia o Málaga, incluso las autoridades podrían llevarse tus pertenencias.
Y ojo con encenderte un cigarro. La Ley de Costas permite que la administración pueda prohibir en determinadas playas, por lo que muchos ayuntamientos se han sumado a ello para evitar las colillas en la arena y dejar sin humo sus costas. Solo en España ya hay más de 700 playas libres de humo en Barcelona, Cantabria o País Vasco. Y cuidado con saltarse la norma, la sanción puede alcanzar los 700 euros.
Por su parte, lo de beberse una cerveza sobre la toalla puede salirte caro, ya que cada vez son más los ayuntamientos que prohíben el consumo de bebidas alcohólicas en la playa, a excepción de los chiringuitos o puestos que existan en la playa. En 2023 se multó a más de mil personas por ello y las sanciones pueden alcanzar los 3.000 euros.
Hay quien disfruta tanto de la playa que decide pasar también la noche en un entorno natural, con el sonido de las olas de fondo y bajo el cielo estrellado. Sin embargo, muchas playas son claras con sus normas, no permitiendo que se acampe en ellas y tampoco dormir, con multas más que cuantiosas dependiendo de la comunidad autónoma, en Galicia puede llegar a los 3.000 euros.
Además, los parajes naturales pueden ser muy tentativos para llevarte un recuerdo de tus vacaciones en la playa. No obstante, la Ley de Costas sostiene que no se pueden coger de las playas aquellos elementos que formen parte del entorno natural, como pueden ser conchas, rocas, arena o caracolas. En Canarias y Baleares las sanciones son las más duras, llegando a los 3.000 euros de multa.