El Camino de Santiago se ha convertido en uno de los fenómenos turísticos más importantes de toda Galicia. Cada año, miles de personas en todo el mundo emprenden esta milenaria peregrinación para llegar a la Plaza del Obradoiro y contemplar la catedral en la que descansan los restos atribuidos al apóstol Santiago el Mayor. Sus razones son varias: algunos se mueven por la religiosidad; otros, por la cultura, el deporte o la naturaleza, y hay incluso quien se guía por la espiritualidad, por la posibilidad de encontrarse a sí mismos y conseguir la paz interior. Pero sea cual sea el motivo, todos coinciden en que el Camino de Santiago es una experiencia inolvidable capaz de cambiarte la vida.
A pesar de que la mayoría de los peregrinos deciden hacer el camino a pie, valga la redundancia, esta aventura también puede hacerse en bicicleta, a caballo y, desde hace unos años, en barco y por el mar. Sí, has leído bien: en barco y por el mar.
En 2016, la asociación de empresas náuticas del norte de España, North Marinas, firmó un convenio con la Archidiócesis de Compostela para regular el peregrinaje a Santiago por el mar y conceder la ansiada Compostelana a todo aquel que se atreviera a seguir la ruta marítima del Camino en dirección A Coruña.
Con el lema “Navega el Camino”, el objetivo de este acuerdo, que suscribieron 17 puertos pertenecientes a Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, era realizar una travesía anual con la que impulsar la navegación en vela como una de las formas oficiales de hacer el Camino de Santiago y promover uno de los principales motores turísticos del país. Ahora, seis años más tarde, la iniciativa se ha consolidado como una exitosa estrategia de promoción y camina hacia su séptima edición arropada por la Xunta de Galicia, Turespaña, Puertos del Estado, Puertos de Euskadi (EKP) y Portos de Galicia, así como por los ayuntamientos por los que discurre la ruta.
En concreto, esta travesía se realiza en junio, normalmente a principios, del día 4 al 21, dura unos 16 días, de los que once son de navegación, y atraviesa todo el litoral Cantábrico y parte del Atlántico. Por norma general, el itinerario comienza en el puerto francés de La Rochelle y sigue por el mar hasta llegar a O Padrón, donde los peregrinos deben avanzar a pie hasta llegar a la famosa Catedral de Santiago. No obstante, cabe la posibilidad de empezar en el puerto de Hondarribia, tal y como ocurrió en su sexta edición, celebrada el pasado mes de junio, o de incorporarse en cualquier etapa previa a Camariñas, que es la última en la que se pueden sumar más participantes.
A lo largo de esta ruta marítima, los participantes vivirán una experiencia única en la que estarán en contacto con la belleza de las costas del norte, lidiarán con la fuerza del mar y abrazarán los orígenes del Camino de Santiago, ya que, según la tradición, fue así cómo los discípulos Teodoro y Atanasio trasladaron a Galicia los restos mortales del apóstol tras ser decapitado en Jerusalén. Además, también podrán disfrutar de toda la oferta gastronómica, cultural y lúdica que ofrecen los distintos municipios en los que el barco hace parada.
Para participar en esta trepidante aventura, debemos disponer de un barco propio o, en su defecto, sumarte a algún de la travesía que necesite tripulación para hacer el camino, compartiendo, eso sí, los gastos y esfuerzos del camino. El límite de embarcaciones que pueden participar es de 35 y para conseguir la Compostelana es necesario completar al menos 100 millas náuticas y una última etapa a pie. ¿Te animas?