El país en el que los padres de 50 tienen derecho a una baja de tres semanas en un spa

  • Alemania es el único país del mundo en el que los padres con dificultades tienen derecho legal a un 'Kur', un retiro de salud de unas tres semanas de duración cada cuatro años

  • El retiro es recetado por un médico y financiado principalmente por el seguro

  • Las mujeres componen el 30% de los pacientes y llegan en peor estado que los hombres

Hay momentos de la vida en los que parece que todo pasa en el mismo momento. Ocurre, sobre todo, cuando rondamos o pasamos los 50. En esos años es frecuente que los padres ya no disfruten de la misma salud, mientras que los hijos están en plena adolescencia o enfrentándose a los primeros años de vida adulta. Si, además, se suma algún evento traumático, como la pérdida de algún ser querido o un divorcio, la tormenta perfecta aparece en el horizonte. Es ahí donde nos gustaría, literalmente, desaparecer hasta que la tempestad amaine. Deseo cumplido. Al menos en un país europeo.

Retiro pagado

Alemania es, de momento, el único país del mundo en el que los padres con dificultades tienen derecho legal a un 'Kur', un retiro de salud de unas tres semanas de duración cada cuatro años.

El retiro es recetado por un médico y financiado principalmente por el seguro. Las comidas, el cuidado de niños y las terapias están incluidas. Este retiro se puede hacer no sólo para tratar un problema de salud, sino también como una medida preventiva para evitar que problemas relativamente leves se conviertan en asuntos graves; por ejemplo, para resolver problemas de insomnio, ansiedad o angustia ocasionados por problemas puntuales o efectos indeseables del estilo de vida.

En algunos casos, el retiro cubre tres semanas en clínicas ubicadas en zonas tranquilas, junto al mar o en el campo, donde se reciben masajes y se aprende técnicas de meditación, marcha nórdica y yoga. También se renuevan hábitos: el alcohol, por ejemplo, está prohibido, incluida la cerveza, la bebida más apreciada por los alemanes.

Beneficios constatados

Según muestran algunas investigaciones, los retiros son sorprendentemente efectivos para prevenir problemas de salud. En los últimos, especialmente, a raíz de la covid, la demanda de estos retiros ha crecido de manera exponencial, lo que ha hecho sonar algunas alarmas. "Las clínicas informan de que las madres y los padres que acuden a ellas están más enfermos que antes de la pandemia", explica Yvonne Bovermann, directora de Deutsches Müttergenesungswerk, una organización sin fines de lucro que administra unas 70 clínicas que ofrecen retiros en toda Alemania.

La mayoría de los pacientes son madres. Las mujeres componen el 30% de los pacientes y llegan en peor estado que los hombres. Ya no necesitan prevenir, sino curar. En cuanto a las dolencias más habituales, la mayoría afectan a la salud mental: ansiedad, insomnio o síntomas depresivos, que ahora afectan a más del 90% de los padres que asisten a sus retiros, frente al 80% de años anteriores.

No tan moderno

La idea de un retiro de salud pagado puede parecer muy moderna, pero, en realidad, nació hace más de 60 años. Después de la Segunda Guerra Mundial, Elly Heuss-Knapp, política y esposa del entonces presidente de Alemania, Theodor Heuss, fundó 'Müttergenesungswerk' para apoyar a las madres agotadas, fundamentalmente a causa de la guerra y la desnutrición.

Actualmente, el estrés familiar está ganando cada vez más atención en Alemania y el síntoma más habitual es el agotamiento de los padres, más conocido como Síndrome Burnt Out: padres quemados.

Angustia e ineficacia

Un estudio realizado por la ONG Frontiers in Psychology concreta en qué consiste el trastorno. Se trata de un estado de "agotamiento abrumador relacionado con el papel de padres, un distanciamiento emocional de los hijos y una sensación de ineficacia de los padres".

Además de ser angustioso para los progenitores, el agotamiento aumenta el riesgo de abandono infantil y violencia contra los niños. La desesperación de los padres también puede afectar a sus hijos de otras maneras. La depresión de los adultos aumenta, además, la probabilidad de que los propios niños desarrollen depresión y se ha relacionado con problemas de conducta.

Las encuestas de salud mental también demuestran que el problema empeoró durante la pandemia de covid-19 y los confinamientos, cuando muchos cuidadores tenían dificultades para conciliar el trabajo y el cuidado de los niños. La presión fue mayor en los padres y madres solteros; en especial, son las madres solteras quienes sienten más síntomas depresivos o de ansiedad.