Los últimos años no han sido fáciles para Paul Auster. En noviembre de 2021 murió su nieta de solo 10 meses, mientras que meses después, en abril, fallecía su hijo Daniel de sobredosis, que se encontraba en libertad bajo fianza al ser acusado de homicidio involuntario por la muerte de su hija a causa de una sobredosis de heroína y fentanilo. Ahora el escritor se enfrenta a un nuevo bache en su vida: un cáncer. Así lo confirmaba su mujer, la novelista Siri Hustvedt en una emotiva carta en sus redes sociales.
“Llevo un tiempo alejada de Instagram. El motivo es que a mi marido le diagnosticaron cáncer en diciembre, después de haber estado enfermo varios meses antes. Ahora está recibiendo tratamiento en el hospital Sloan Kettering de Nueva York y he estado viviendo en un lugar que he llamado ‘Cancerlandia’”, comenzaba la escritora a escribir en sus redes sociales.
“Mucha gente ha cruzado sus fronteras, bien porque ellos mismos están o han estado enfermos, o bien porque quieres a alguien, un padre, un hijo, una pareja, o un amigo que tiene o ha tenido cáncer. El cáncer es diferente en cada personas que lo tiene. Todos los cuerpos son similares y no hay dos iguales”, proseguía.
“Algunas personas lo sobreviven y otras mueren. Esto lo sabemos todos y, sin embargo, vivir de cerca esa verdad cambia la realidad cotidiana. La intimidad con otra personas no es solo una experiencia paralela, dos líneas que se mueven en la misma dirección, pero no se cruzan. Es más, como un diagrama de Venn, si es que es posible. Un ‘yo’ y un ‘tú’ en movimiento que también es un ‘nosotros’”, reflexionaba hace unos días Hustvedt.
La escritora ha puesto en valor el papel de las personas que acompañan a aquellos que ven como el cáncer llega a su vida, “sería horrible estar solo en ‘Cancerlandia’”. La mujer de Paul Auster define este proceso que ha estado viviendo en los últimos meses como un “bombardeo de quimioterapia e inmunoterapia, una aventura de cercanía y separación”.
No está siendo una etapa fácil tampoco para ella. Después de los varapalos de los últimos meses que Auster ha tenido en lo personal, Siri Hustvedt se ha convertido en su gran apoyo, también durante este proceso de tratamiento. “Hay que estar lo suficientemente cerca como para sentir los enervantes tratamientos casi como si fueran propios, y lo suficientemente lejos como para ser una auténtica ayuda”.
“Demasiada empatía puede hacer que una persona sea inútil”, ha opinado la escritora. “No siempre es fácil caminar sobre esta cuerda floja, por supuesto, pero es el verdadero trabajo del amor”.
Paul y Siri llevan más de 40 años compartiendo vida. Se conocieron en 1980 y solo dos años después se casaron y, tiempo después, dieron la bienvenida a la única hija en común de la pareja, Sophie, el otro gran apoyo de Auster en esta etapa.