Ya son 30 años y David Summers lo sabe bien. El vocalista de Hombres G ha recordado en sus redes sociales el 30 aniversario de la muerte de su padre, Manuel Summers, que falleció un 12 de junio de 1993 a causa de un cáncer de colon con solo 58 años. Un recuerdo más que presente para el que fue uno de los directores de cine español más importantes de la época, además de humorista.
Su figura fue reconocida en vida, y justo este año se ha rodado un documental sobre el cineasta que se estrenará en los próximos meses, acercándose a él a través de compañeros de profesión, familiares y amigos que ponen en valor la temática de su filmografía, además de su lucha contra la censura de la época. Un recorrido por su trabajo dirigido por Miguel Olid. “La idea central es conocer a Summers a través de sus películas, que tienen muchos elementos autobiográficos, que son él en estado puro”, decía el director a Cine con Ñ.
Summers inició su carrera como director en la década de los 60 con ‘Del rosa al amarillo’, largo con el que ganó la Concha de Plata del Festival de Cine de San Sebastián. Tras ella llegaron ‘La niña de luto’, mención especial en el Festival de Cannes, ‘El juego de la oca’ o ‘Juguetes rotos’.
El cineasta era un espíritu libre, caracterizado por su humor negro y sátira, que no escondía su posición y lo que pensaba, siendo defendido por parte del gremio de directores de la época, pero también creando enemistades con otros por sus críticas al sistema de ayudas al cine durante el franquismo, aunque también con las subvenciones que puso en marcha años después el gobierno de Felipe González.
En los 80 Manuel Summers llegó a dirigir las dos películas protagonizadas por su hijo David y su banda, Hombres G. La primera fue ‘Sufre mamón’, estrenada en 1987 y solo un año después llegó la segunda entrega, ‘Suéltate el pelo’. Dos películas que levantaron por completo la taquilla siendo un éxito al estrenarse en el punto álgido del grupo, aunque no fueron alagadas por la crítica, lo que hizo que no volviera a dirigir.
En su faceta como humorista, trabajó para medios como ABC o Sábado Gráfico. En una colaboración con el último fue condenado en 1972 por un juzgado de Madrid debido a que una de sus viñetas, según la acusación, hacían escarnio de la religión católica. Un año antes de su fallecimiento, en 1992, Manuel Summers fue reconocido y recibió la Medalla de Plata de Andalucía.