Will Smith, arrepentido de convertir a sus hijos en estrellas: "No eran felices"

Will Smith es una de las grandes estrellas de Hollywood pese a no estar pasando su mejor momento de fama tras aquel incidente en los Oscar donde abofeteó a Chris Rock. Desde entonces ha intentado seguir con su vida y con su carrera y ahora, en una charla con Kevin Hart, mira atrás y analiza algunos de sus actos a lo largo de las décadas que lleva trabajando y dice arrepentirse de algo, de haber forzado el lanzar a sus hijos Jaden y Willow Smith a la fama.

Es cierto que en la actualidad sus dos hijos no tienen un gran perfil pese a mantener su fama, pero en 2010 estaban en la cresta de la ola cuando solo eran unos niños y ya triunfaban en la música y en el cine, algo de lo que su padre parecía sentirse orgulloso, hasta ahora.

Más manager que padre

Por aquel entonces ambos ya habían dado sus primeros pasos en el cine, Jaden con ‘En busca de la felicidad’ y Willow con ‘Soy leyenda’. Entonces, en 2010, llegó el momento más dulce en cuanto a fama. Él estreno la exitosa ‘Karate Kid’, mientras que su hermana irrumpía con fuerza en la música con ‘Whip My Hair’. Una fama que tuvieron que vivir siendo niños y de la que Will Smith reconoce haber pagado un precio alto.

“El 2010 fue el año más grande como artista, como padre. ‘Karate Kid’ se estrenó en junio, ‘Whip My Hair’ salió en octubre. Estaba construyendo el sueño de la familia que tenía en mi cabeza”, reconoce el actor, que quería hacerlo mejor que su padre. “Me dije a mí mismo que nunca tendría esa clase de energía con mi familia, y tenía un sueño, una idea de la familia que estaba construyendo. Entre 2010 y 2012 había logrado todos mis sueños. Había superado mis sueños más salvajes”.

Saber rectificar

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no estaba actuando como padre, al contrario, estaba jugando un papel de representante, de manager, más que de progenitor, y eso estaba afectando a sus relaciones familiares. “Nadie era feliz en mi familia”, admite.

“Nadie quería ser el miembro de un pelotón. Willow fue la primera en amotinarse, y esa fue la primera vez que me di cuenta de que el éxito y el dinero no equivalen a felicidad. Hasta ese momento creía que podías tener éxito a tu manera, tener una casa y una familia, y que podrías ganarte tu camino a la felicidad”, recuerda el actor.

Will Smith admite que “puedes tener tantas cosas que eso te hace desgraciado. Nunca fui infeliz, amaba la vida, pero estaba dirigiendo a la gente que me rodeaba de una manera que dejaba un rastro de tierra quemada”, concluye el actor, que cree que pudo enmendar su error a tiempo.