La prueba de acceso a la universidad (EBAU) evalúa cada año a miles de estudiantes de toda España que quieren acceder a una carrera universitaria. A la espera de la implantación de la nueva EBAU, la prueba correspondiente al curso 2023-2024 incorpora ligeras modificaciones, como es la elección entre Historia de España o Historia de la Filosofía en la fase obligatoria; la duración de 90 minutos de los exámenes con 30 minutos de descanso entre pruebas y la propuesta única de examen con preguntas a elegir.
Este año, los exámenes tendrán lugar los días 5, 6, 7 y 8 de junio en la convocatoria ordinaria y el 3, 4 y 5 de julio en la extraordinaria. Cada comunidad autónoma impone sus fechas.
La EBAU es, probablemente, la primera prueba académica de importancia en la vida de nuestros hijos. También es una prueba de resistencia física y emocional, ya que los dos años de Bachillerato son muy duros. Por estas razones necesitan, más que nunca, el apoyo de los padres, especialmente en el área emocional. Se enfrentan a días complicados, en los que pueden estar eufóricos y al momento siguiente tristes. Pasan del optimismo al pesimismo en apenas horas, expresando un malestar que puede llegar a todos los miembros de la familia.
En esos casos, lo primero que hay que hacer es ser empático, haciéndoles ver que su estado es comprensible, y mostrarse optimista. El objetivo es demostrar que confiamos en su trabajo y en su esfuerzo.
La ansiedad lógica de estos días puede contrarrestarse crenado entornos seguros y serenos. Este clima se consigue con estas pautas.
Durante la preparación de los exámenes, es necesario dejar espacio para algún tiempo de ocio. Si es proporcionado y está bien integrado en la rutina, no repercutirá negativamente en el tiempo de los estudiantes.
Mucho más difícil es racionalizar el tiempo de móvil, un auténtico ladrón de tiempo. La mejor recomendación sería que lo olvidaran durante esos días, algo realmente complicado. Aún así, hay pautas de experto que pueden funcionar, como pactar un tiempo de uso y dejar el móvil fuera de la habitación y hablar con los amigos sobre el hecho de que cuando se estudia no se está disponibles. Cuando hay una previsión de actividades, los adolescentes suelen respetar las condiciones sin caer en estados de ansiedad.
Los expertos advierten de que en este tiempo de preparación de exámenes es más necesario que nunca tener unas rutinas y hábitos saludables, lo que significa una implicación extra de padres y del resto de la familia para respetar tiempos de estudio, de ocio y de descanso, además de otras recomendaciones útiles: