Miles de estudiantes de Bachillerato de España, están listos para enfrentarse a uno de los exámenes más importantes. Durante el mes de junio se celebra la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), también conocida como EvAU (Evaluación de Acceso a la Universidad). De los resultados que obtengan en los exámenes dependerán sus estudios universitarios y en centro en el que los cursen, para ellos las correcciones de estos exámenes son fundamentales.
Tras los exámenes, los profesores especializados se encargan de revisar detalladamente las respuestas proporcionadas por los estudiantes. Mediante el análisis minucioso de los textos, cálculos y soluciones presentadas, se señalan los errores y se facilita la puntuación final.
Este año, las pruebas de la convocatoria ordinaria deberán finalizar antes del 14 de junio y los resultados provisionales se publicarán antes del 28 de junio. En el caso de la convocatoria extraordinaria, las comunidades que decidan programarla en julio deberán hacerlo antes del día 12 y publicar los resultados antes del 19. Si escogen septiembre, las fechas límite serán el 12 y el 2019 de dicho mes.
La comprobación de los exámenes de selectividad es un proceso riguroso y estandarizado, que se lleva a cabo bajo estrictas normas de calidad y objetividad. Son las propias universidades las que se encargan de crear el Tribunal de la EBAU para la correcta corrección de los exámenes. Los docentes que forman el Tribunal deben cumplir algunos requisitos:
Una vez más, cada Comunidad Autónoma tienen sus tarifas. En Castilla y León, la vigilancia se cobra a 80 euros por día, mientras que la corrección es de 3,31 euros por examen corregido. En caso de corregir 200 exámenes, el máximo establecido, la remuneración ascendería hasta los 662 euros. No obstante, en Burgos, la vigilancia se pada a 50€ mientras que la corrección de examen a 3,50€.
La forma de proceder a la hora de elaborar la estructura y las preguntas de los exámenes de las pruebas es prácticamente la misma en todas las comunidades autónomas, aunque cada una de ellas puede tener algunas peculiaridades.
Los exámenes son elaborados por profesores universitarios y de Bachillerato, pero son las universidades las encargadas de ello, de forma que se configuran varias 'comisiones organizadoras' que se nombran de cada una de las materias.
Estas comisiones organizadoras están conformadas por profesores universitarios expertos en las asignaturas a tratar, con los que también colaboran docentes de Bachillerato, y todos ellos están en contacto. Aunque depende de cada comunidad, cada comisión suele tener un grupo de entre seis y ocho profesores.
Son estos grupos de trabajo los que deciden las preguntas que se van a hacer, y son los encargados de diseñar varios modelos de exámenes para proponer y que finalmente se elija uno de ellos. La forma de seleccionar qué exámenes se adjudican finalmente se hace mediante un sorteo, en el que sale uno para la convocatoria ordinaria y los otros quedan de suplentes.