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Ser abuelo es una aventura maravillosa. La oportunidad de resignificar un amor tan grande como el que se siente por los hijos, pero sin los miedos ni las dudas que implica la crianza. La convivencia intergeneracional entre abuelos y nietos es muy positiva para los niños, que, de esta manera, acceden a recuerdos y experiencias que sus padres no pueden proporcionarles. Es una forma de enseñarles que el mundo es más amplio que su entorno cercano. ¿Y para los abuelos?
En España, el 80% de los mayores son abuelos, y dedican más tiempo que nunca a sus nietos debido a las exigencias de la vida moderna. De hecho, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), los abuelos españoles dedican, de media, seis horas diarias a cuidar de sus nietos.
“Ya sea por gusto o por las condiciones y el actual problema de conciliación, los hijos piden cada vez más ayuda a sus padres para cuidar de los más pequeños, lo que ha hecho que los abuelos sean una pieza clave en la vida de muchas familias”, explica Alberto Badás, marketing manager de la empresa de sillas salva-escaleras Stannah España.
Sin embargo, no todo se reduce a una cuestión práctica. Si para los niños sus abuelos son una fuente de cariño y también de enseñanzas, para los abuelos los beneficios también son tangibles. De hecho, muchos estudios explican que esta convivencia hace que los mayores tengan que 'resetear' parte de sus dinámicas, una especie de 'gimnasio' bueno para su salud física y mental. ¿A qué beneficios nos referimos?
Los abuelos mayores de 70 años que cuidan habitualmente de sus nietos tienen un 37 % más de probabilidades de disfrutar de una vida más larga que aquellos de la misma edad que no lo hacen. Cuidar de los nietos puede aportar motivación en la etapa de jubilación, pues se adquiere una mayor vitalidad.
Los abuelos son una inspiración para los nietos y, según un estudio realizado por Stannah, dos tercios de los jóvenes reconocen sentirse más inspirados por sus abuelos que por personajes famosos. Pero estos también pueden aprender de sus nietos. En el caso de las nuevas generaciones, más hábiles en el ámbito tecnológico, pueden enseñarles cómo manejar los nuevos dispositivos como tabletas o smartphones, por ejemplo.
Las mujeres mayores que pasan un día a la semana cuidando a sus nietos experimentan mejoras en su capacidad mental y cognitiva. Este hecho demuestra que cuidar de los nietos en la tercera edad puede tener efectos potenciadores en el cerebro, además de mejorar el bienestar y la salud mental.
Cuidar de los nietos es, en ocasiones, algo agotador, pero también ayuda a mantenerse en forma, ya que los niños son una fuente inagotable de energía. De hecho, muchos abuelos afirman que hacen ejercicio y otras tareas activas en compañía de sus nietos, lo que aporta enormes beneficios a la salud física y ayuda a mantenerse fuerte y ágil durante más tiempo.
Como alertan varios expertos, como la psiquiatra Marián Rojas Estapé, la soledad no deseada impacta en el sistema inmune, de manera que no afecta solo a la salud emocional, sino a la parte física. Así lo explica en sus redes sociales: "A menudo pienso en ellos, en los que se sienten solos, abandonados, en los que cuidan a su pareja enferma o a los que son cuidados sintiéndose una carga. No lo olvidemos, le debemos todo a nuestros mayores, nuestra existencia, nuestra educación y la propia sociedad que han contribuido a construir con tanto esfuerzo. No lo olvidemos, se merecen, más que nunca, que les acompañemos en esta etapa del camino".