La abuela preferida de la mayoría de los nietos, según dice la ciencia

Cada familia es un mundo, incluyendo un variado y curioso entramado de relaciones personales entre sus miembros que se extiende hasta nietos y abuelos. Además, allá donde se pregunte o investigue, es habitual que el papel que cumple la abuela materna sea muy diferente al de la paterna y al de ambos abuelos. En Uppers queremos saber cuál es la abuela preferida de la mayoría de los nietos, según dice la ciencia y a qué se debe.

Es indiscutible que, en muchas parejas con hijos, los abuelos son un pilar básico sin el cual no podrían conciliar su vida familiar con su trabajo. Desde el día que se vuelve del hospital a casa con el recién nacido en brazos, lo normal es que la presencia de los abuelos resulte un alivio que permite tomar una ducha o desayunar. Cuando hay hermanos se los llevan al parque o se sientan a jugar con ellos mientras la mamá descansa o el papá baña al bebito. Lo cierto es que la lista de cosas con las que los abuelos ayudan a sus hijos con respecto a sus nietos es interminable.

También hay muchas “quejas” en cuanto a que los abuelos malcrían a los nietos o les consienten demasiado, cuando con sus propios hijos eran más estrictos. Dejando a un lado las protestas, lo normal es que entre abuelos, abuelas, nietos y nietas se establezca una relación y un vínculo que perdura toda la vida: cuando faltan los mayores se les echa mucho de menos y se les recuerda siempre.

Cualquiera puede pensar que esta conexión entre abuelos y nietos es lógica, ya que se fortalece día a día. Lo curioso es que en un entorno donde ambas abuelas están vivas y residen cerca de sus hijos, no hay enfermedades de por medio y las relaciones son fluidas, es la materna la que tiene una mayor presencia a la hora de relacionarse, cuidar o pasar más horas con sus nietos. Puede entenderse, por ejemplo, en el caso de bebés lactantes de leche materna con una mamá primeriza que suele acudir a su propia madre para pedir consejo; es con ella con quien tiene más confianza de modo que aparta un poco o un mucho a su suegra en esa etapa tan importante.

La ciencia estudia la relación entre las abuelas y sus nietos

La comunidad científica es consciente de estas circunstancias, no obstante, ha demostrado a través de varios estudios que en esos vínculos no es solo el roce el que hace el cariño. Resulta que la relación tan especial que se establece entre las abuelas maternas y sus nietos y nietas responde a varias circunstancias que avala la ciencia.

En primer lugar, el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos llevó a cabo una investigación tras la cual probó que los nietos y nietas heredan la carga genética de sus abuelas maternas, es más, les trasmiten tanto el carácter (comportamiento y temperamento) como algunos de sus rasgos físicos. Esto se debe a que los óvulos transfieren una mayor carga genética además de información mitocondrial, cosa que no pueden hacer los espermatozoides porque carecen de ella.

De este modo, una mujer que se embaraza de una niña ya le está transmitiendo miles de ovocitos que contienen una gran carga genética de ella misma y de su abuela. Los ovocitos son células germinales femeninas que se generan en los ovarios durante la ovogénesis, un proceso que tiene lugar solo durante el desarrollo fetal. En segundo lugar, diferentes trabajos de investigación han demostrado que la carga genética que transfiere el hombre a sus hijos es menor que la de la mujer y que además es determinante en cuanto al desarrollo de enfermedades hereditarias (diabetes de tipo 2, obesidad o esquizofrenia).

En tercer lugar, en un estudio realizado por el departamento de antropología biológica de la Universidad de Cambridge se llegó a la conclusión de que “el efecto de una abuela sobre sus nietos varía según su relación con el cromosoma X”. En principio, “las abuelas maternas tienen un 25% de parentesco X con sus nietos y nietas y ambos nietos tienen la misma probabilidad de heredar cualquiera de sus genes ligados al cromosoma X”. Sin embargo, las abuelas paternas solo transmiten sus cromosomas X a sus nietas, pero no a sus nietos.

La ventaja matrilineal de la abuela materna

A la vista está de que, si a la carga genética se suma lo que los expertos llaman la ventaja matrilineal, el papel de las abuelas maternas y su relación con sus nietas y nietos se afianza con mucha más fuerza. Se conoce como ventaja matrilineal el vínculo que una mujer mantiene con sus padres y que en consecuencia favorece las relaciones de sus hijos con los abuelos maternos dejando a los paternos en desventaja.

Entonces parece como si “la culpa” de que los abuelos paternos no participen de igual manera en la crianza y en el acompañamiento de los nietos fuera no solo de la genética, sino de que el padre no cuenta con esa ventaja matrilineal. Por tanto, los abuelos paternos lo tienen más difícil pero igualmente pueden lograr crear un vínculo tan especial o más con sus nietos mostrándoles cada día todo su amor y su cariño.

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