Siempre terminas bajando a la ferretería ante cualquier emergencia o llamando a algún conocido para que te ayude en una reparación, pero si te has propuesto que ha llegado el momento de ser tú mismo el que se pone manos a la obra, vas a necesitar tu propia caja de herramientas. Nunca se sabe cuando va a ser necesario acudir a ella para buscar un destornillador, unos alicates, o si de repente te va a dar por el bricolaje. Por eso lo mejor es prevenir y tener una caja de herramientas básica en casa que te salve ante cualquier imprevisto.
Todo va a depender del uso que le vayas a dar y si de verdad estás dispuesto a convertirte en un rey del bricolaje o solo la vas a utilizar para las cosas que surjan del día a día. Pero de lo que no nos cabe duda es que hay ciertos elementos que no pueden faltar en una caja de herramientas. Búscalas de buena calidad, establece un lugar para guardarlas y mantenla siempre ordenada si no quieres perder algún que otro tornillo…
Es un imprescindible y, aunque encontrarás muchos modelos, el martillo más práctico siempre será el que te permite sacar clavos. Además, no lo compres demasiado ligero y tampoco te pases con el peso, pero sí que te permita martillar bien cualquier tipo de material para no quedarte a medias en ninguna tarea.
Vamos con un segundo básico en cualquier caja de herramientas. Sin un destornillador en casa estás perdido en caso de emergencia. Y lo mejor es tener más de uno, por lo menos dos, uno de punta de estrella y otro plano, pues son los más comunes para poder trabajar con los tornillos.
No, no va a abrir ninguna puerta, pero te va a permitir girar más de una tuerca o tornillo que sin ella te sería prácticamente imposible. Hay de varios tamaños para que nada se le resista, pero si en vez de tener varias prefieres solo una, las hay regulables para que ninguna tuerca se te resista.
Puede que los alicates sean una herramienta un tanto infravalorada, pues sirve para girar, doblar, arrancar, sujetar… Vamos que es multifunción, y nunca está de más tener uno universal a mano en la caja de herramientas, en especial si te va a tocar trabajar con cables o alambres.
Puede haber gente que no lo vea esencial en una caja de herramientas, pero pensándolo bien, para colgar un cuadro o un espejo, montar una estantería, o colocar una balda más en los estantes del baño te puede ser más que necesario. Por eso el taladro nunca está de más, además, si poco a poco te aficionas cada vez más al bricolaje, el taladro te hará todo más fácil.
En definitiva, cualquier elemento para darle utilidad a todas tus herramientas. ¿Para qué quieres un martillo si no tienes clavos? Pues eso, compra bolsitas en las que ya vengan varios y de los que creas que vas a utilizar, para no acumular elementos que ocupen espacio y nunca salgan de la caja.
Aunque parezca que nunca las vas a utilizar, de repente le compras la silla nueva de escritorio a tu hijo y… ¡sorpresa! Necesitas un juego de llaves allen para montarla. Hay varias medidas, pero un juego completo con todos los tamaños no ocupará demasiado espacio y te ayudará ante cualquier apuro.
Tener a mano una cinta métrica nos puede ayudar a salir de dudas en más de una ocasión cuando no sabes donde es mejor taladrar. Compra una que una vez extendida pueda fijarse para que medir te sea más fácil. Así tus cuadros quedarán rectos y tus proyectos de bricolaje perfectos. Aunque para baldosas, espejos y cuadros, siempre viene bien un nivel de burbuja que te indique si efectivamente va a quedar bien recto.
Unas buenas tijeras, cinta aislante, unos guantes, pegamento, un lápiz… Estos son solo algunos complementos que te pueden ayudar a dejar lista tu caja de herramientas sin que falte nada primordial. De esta manera puedes ponerte a trabajar en reparaciones, montando algún mueble, o colgando ese espejo que lleva meses esperando. Con tu caja a punto pronto te convertirás en el manitas del hogar.