Llega el momento de sacar el edredón: cómo lavarlo para acabar de verdad con el polvo y la humedad

  • Llegan las primeras lluvias de la temporada con una caída de las temperaturas que hacen que cambiemos algunos hábitos

  • Un sábana ya no es suficiente para algunos que tienen que sacar el edredón para combatir el frío nocturno

  • Tras meses guardado, ha acumulado polvo, ácaros y humedad. ¿Cómo debes lavarlo adecuadamente?

El tiempo está empezando a cambiar. Seguimos con temperaturas suaves, pero ya se nota que empieza a refrescar, solo hay que mirar por la ventana donde las primeras lluvias de la temporada comienzan a caer en varias zonas de España. Aunque hay días en los que el sol todavía aprieta, por la mañana y por la noche se agradece una chaqueta y ya nos tapamos con la sábana para coger el sueño, tanto que a veces ya no es suficiente. Por eso mismo muchos ya están planteándose sacar el edredón para combatir ese fresco mañanero. Ahora bien, el nórdico ha estado unos meses guardado y, si queremos hacerlo bien, no es tan sencillo como sacarlo y a la cama, menos aún si tienes algún problema alérgico.

Antes de ir a la cama, mejor lavarlo

Tras pasarse el verano encerrado lo más probable es que tenga polvo, haya cogido algo de olor a humedad y los ácaros sean el cóctel perfecto para sacar a relucir tu alergia por primera vez en esta temporada. La llegada, al menos oficial, del otoño está al caer y por eso mismo el tiempo ha comenzado a revolverse, por lo que son muchos los que ya se plantean sacar el nórdico de un momento a otro.

Sin embargo, estos meses encerrado le han pasado factura a nuestro edredón, por lo que lo mejor es lavarlo antes de echárnoslo por encima en la cama y deshacernos de los ácaros, polvo, microbios u olor que pueda haber cogido durante la temporada estival. No obstante, lavar un edredón no es tarea fácil y al introducirlo en la lavadora, secarlo y meterlo en la cama hay que cuidarlo.

¿Cómo lavarlo?

Es posible que el edredón no quepa en tu lavadora, para lo que tendrás que llevarlo a una tintorería. En caso de que sí que te quepa en la lavadora mucho ojo, porque hay que cuidarlo debido a su contenido, generalmente de plumón o pluma, y revisar bien que no esté descosido para que no se escape el relleno. En cuestión al programa de lavado revisa su etiqueta informativa, de no tenerla ojo con no superar los 50 grados de temperatura, y utiliza un detergente para prendas delicadas.

El secado, el proceso más importante

Para evitar los malos olores es fundamental que se seque bien, a ser posible al aire libre sin que le dé el sol de forma directa para que no se coma el color o puedan aparecer manchas en su superficie. Además, mientras lo tienes tendido es recomendable ir moviéndolo para que el relleno se mantenga bien distribuido.

Pero, ¿qué hay de la secadora? Pues lo primero sería saber si cabe o no y que haya el suficiente espacio para que pueda moverse con libertad durante el secado. Al igual que con la lavadora, no te pases con la temperatura, que no sea muy alta pero que permita el secado del nórdico. Eso sí, se suele aconsejar meter en la secadora unas pelotas de tenis pequeñas para que mientras está dentro las plumas del relleno no se apelmacen y se distribuyan.

Una vez fuera, asegúrate de que está bien seco para que no pueda generar bacterias y, antes de meterlo en la funda, sacúdelo bien y listo, ya no volverás a pasar frío durante la noche hasta que vuelva el calor.