Durante los últimos meses tener una mascota ha sido un salvavidas para muchas personas, especialmente para aquellas que viven solas y que tenían esa compañía durante el confinamiento o les permitía salir a pasear a la calle durante un rato para que su perro hiciese sus necesidades. Así, en este tiempo se ha puesto más que nunca en valor la compañía y la labor que inconscientemente hacen los perros en las familias, pero tener un can en casa no es ninguna broma. No solo hay que dedicar parte de nuestro tiempo a cuidarlos para que se mantengan sanos, también requieren de un desembolso económico mensual que, eso sí, se ha abaratado levemente.
Según indica un análisis realizado por el comparador de precios Idealo, mantener a un perro adecuadamente tiene un coste medio actual de 37'19 euros, algo más barato que antes de que la pandemia se apoderase de nuestras vidas, pues en 2019 el coste medio mensual sobre nuestro bolsillo se situaba en 38'37 euros, es decir, su mantenimiento ahora es en torno a un 3% más barato que hace dos años. Pero puede que no te veas representado en esta estadística y eso se debe a que no todos los perros conllevan el mismo coste económico, la raza, su tamaño o sus necesidades especiales marcan el precio final.
Tal y como indica la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC) en España hay 6.733.097 perros, lo que lo convierte en la tercera mascota más recurrente por detrás de los peces y los pájaros. La cantidad de mascotas existentes en España nos colocaba, según datos de 2019, como el quinto país europeo que más dinero mueve, alrededor de unos 1.200 millones de euros anuales solo en nuestro país.
En la comida está una de las grandes diferencias en lo referente a qué tipo de perro tener en casa. La alimentación es necesaria y siempre se busca el mejor pienso para el animal en relación calidad-precio. En todo caso, la media de la comida para perros se sitúa en unos 400 euros al año, pero aunque es la media hay diferencias notables. Por ejemplo, alimentar a un perro pequeño, como puede ser un chihuahua o un yorkshire tiene un coste anual de casi 185 euros, mientras que si nos vamos a razas de tamaño más grande, como un pastor alemán o un dogo, el precio se sitúa en unos 770 euros.
También hay otros aspectos en los que el coste de un perro puede variar, por ejemplo si duerme en el interior de casa o por el contrario se cuenta con un jardín donde colocarle una caseta que puede oscilar sobre los 200 euros, un gasto que, pese a no ser mensual, hay que tener en cuenta y revisar para cuando haya que cambiarla si es necesario. Por su lado, las camas o cestas oscilan de media unos 30 euros, aunque depende de la calidad, los materiales o el tamaño.
Otro elemento que depende de la raza con la que convivamos es el bozal, que para algunas es necesario llevarlo cuando sacamos al perro a pasear pero que no tiene un coste excesivamente elevado, alrededor de los 10 euros, así como la correa o el arnés e incluso algunos juguetes con los que entretenerse. Y a ello hay que sumarle, en caso de que su higiene la hagamos en casa, el champú especial y otros productos que tengamos para ellos o una recortadora si nos queremos ahorrar el peluquero canino, otros gastos que son puntuales, no mensuales.
Estos son solo los principales gastos que tener un perro conlleva en el hogar, pero también hay que contabilizar el veterinario. Según datos de la Real Sociedad Canina de España (RSCE), las vacunas para los canes tienen un coste medio de entre los 80 y los 200 euros, a lo que hay que sumar también la implantación de un microchip. Por no hablar, por supuesto, de las visitas rutinarias y las de emergencia, así como la medicación en ocasiones necesaria.
Esto último no es precisamente barato, por eso mismo ya forma parte del debate político la posible rebaja del IVA en los servicios veterinarios que se espera que se incluya en los Presupuestos Generales del Estado de 2022 para así abaratar los costes de un servicio más que necesario no solo para los perros, también para el resto de mascotas.
Muchas veces queremos ir con nuestro perro a cualquier rincón y por movilidad no podemos llevarlo con nosotros, pero ya son varias las ciudades que permiten que el perro vaya en el transporte público si cumple con las medidas. Un estudio realizado por Pipper on tour ha analizado 144 ciudades para ver en qué estado se encuentra el poder viajar o no con tu perro en transporte público.
Cartagena, San Sebastián, Fuengirola, Irún, Ourense, Palma de Mallorca y Sant Cugat del Vallès ya permiten llevarlo atado y sin trasportín, elemento que sí es necesario para viajar con él en 92 ciudades, lo que lo limita a solo perros pequeños. Mientras, tanto en el metro de Barcelona como en el de Madrid se puede acceder con nuestro perro siempre que vaya con correa o arnés y tenga bozal.