La evolución del matrimonio de David Beckham y la Spice Girl Victoria Adams es un poco cosa de todos. Les hemos visto iniciar su noviazgo, casarse por todo lo alto, iniciar nuevas carreras profesionales, tener hijos, vivir en Madrid (aunque a Victoria España le olía "a ajo"), y, ahora, vivir un gran acontecimiento: el enlace de Brooklyn, el hijo mayor de la pareja, con la rica heredera Nicola Peltz. Avanzamos los detalles de lo que ya es una de las grandes bodas del año.
Brooklyn Beckham y Nicola Peltz llevan viviendo un tiempo juntos, pero para celebrar su boda han elegido un formato clásico. Se casan el sábado 9 de abril en la mansión del padre de la novia en Palm Beach, una de las zonas más lujosas de Florida, la misma en la que se encuentra Mar-a-Lago, la famosa propiedad de Donald Trump del que la familia es íntimo.
La casa que el magnate Nelson Peltz, antiguo dueño de la famosa marca de bebidas Snapple y con un patrimonio de unos 1.400 millones de euros, según la revista Forbes, tiene frente al mar cuenta con 27 habitaciones y tiene un valor estimado en 76 millones de libras esterlinas, es decir, unos 90 millones de euros.
La familia Peltz practica el judaísmo y, por ello, el novio llevará la típica 'kipá', la pequeña gorra plana, negra o de color, que usan los hombres judíos en las ceremonias tradicionales.
Aunque el protocolo de las bodas judías es estricto, en esta boda los contrayentes se han permitido algunas licencias. Por ejemplo, los padres de los novios han cedido el protagonismo a los hermanos de Brooklyn, Romeo y Cruz, de 19 y 16 años, quienes ejercerán de padrinos, según cuenta el diario británico The Sun. Por su parte, Brad, el hermano de la novia, será el jefe de las damas de honor.
La boda congrega a buena parte de las celebrities internacionales. Entre los invitados se encuentran la modelo Gigi Hadid, la diseñadora Nicole Richie, el chef Gordon Ramsay y la actriz Eva Longoria, una de las amigas más cercanas de Victoria Beckham. Entre las grandes ausencias, la del cantante Elton John, padrino del novio, que no podrá acompañarle en su gran día por encontrarse de gira.
Por parte de la familia del novio, se esperan grandes nombres de la alta sociedad norteamericana, aunque no se han confirmado ninguno concreto.
Victoria Beckham es una de las grandes referentes del pret-à-porter de lujo, aunque de vez en cuando también sorprende con algún diseño más elaborado. Por ello, se decía que podía ser la autora del traje de la novia. Sin embargo, la elección de Nicola ha recaído en Valentino, uno de los grandes de la alta costura. Suyo es, por ejemplo, el icónico traje de Marie Chantal Miller en su boda con Pablo de Grecia.
Según parece, en los últimos meses Peltz ha viajado con su estilista hasta Roma para probarse varios modelos, eligiendo dos, uno para la ceremonia religiosa y otro para la celebración posterior. Por su parte, Victoria Beckham ya diseñó el vestido de compromiso de Nicola y, probablemente, el que la novia luzca en la cena de gala previa a la boda. Las preferencias estilísticas, por tanto, están compensadas.
Esta boda reúne a dos fortunas de tamaño dispar. El patrimonio de los Beckham, célebres por el fútbol y la música y ahora concentrados en la firma de moda de la ex Spice Girl y en otros negocios, como el equipo Inter Miami y los deportes virtuales, supera los 373 millones de euros, cifra enorme, pero casi insignificante si se compara con la de sus futuros consuegros.
La fortuna de la familia Peltz (1.400 millones de euros) se gestó cuando el joven Nelson abandonó sus estudios en la prestigiosa Escuela de Negocios Wharton y convirtió el pequeño negocio familiar de alimentos congelados en el mayor distribuidor de estos productos en buena parte de Estados Unidos.
En la historia de amor de los herederos Beckham y Peltz, sin embargo, no se ha dejado nada al azar en términos económicos. Antes de su boda, los novios han firmado un acuerdo prematrimonial cifrado en cuatro millones de euros por el que protegen su patrimonio y se aseguran que, ante una separación o disolución matrimonial por muerte de algún miembro de la pareja, la otra parte no accede a la fortuna del otro.