14 años. Es la edad media con la que los jóvenes españoles empiezan a beber. El 48% lo hace con el permiso de sus padres o, al menos, con ellos siendo conscientes. Estos datos preocupan y mucho a los sanitarios que reclaman ya un anteproyecto de ley que incorpore un aumento de los precios de las bebidas alcohólicas, entre ellas el vino y la cerveza. También piden que la edad mínima para el consumo de las mismas aumente, como ya ocurre en países como Estados Unidos, donde se fija en 21 años. También, proponen una medida para frenar los botellones. Te lo contamos.
De acuerdo con los últimos datos al respecto de la OCU, el 35% de los menores de edad que quieren acceder a comprar bebidas alcohólicas, lo hacen en bazares o tiendas de conveniencia, es decir, en los ‘chinos’. La mayoría lo compran entre las siete y las nueve de la noche y a dos de cada tres no les pidieron el DNI al adquirirlo. Por eso, desde la Sociedad Española de Epidemiologia (SEE), la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) y la Sociedad Científica de Estudios sobre Alcohol-Socidrogalcohol exigen un riguroso control de los puntos de venta para luchar contra el botellón
Una petición que el Ministerio de Sanidad y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ya han abierto a consulta pública con el objetivo de "impedir las actividades y conductas destinadas a promover, favorecer o facilitar el consumo". Una de las novedades de esta norma, que pretende ser aprobada en esta legislatura, es que se pondrán al mismo nivel los destilados de alta graduación que el vino y la cerveza, de forma que se favorezcan "hábitos de vida saludables entre los menores de edad y su educación frente al consumo de bebidas alcohólicas".
Además de controlar estos puntos calientes, también solicitan que se rebaje el horario de venta de estos productos, se reduzca la publicidad y el patrocinio, y se incrementen las sanciones por su consumo en las vías públicas, que actualmente está perseguido por ordenanzas municipales. Además, valoran que estas no sean solo económicas, sino que se puedan cambiar también por clases educativas o servicios a la comunidad. Y si hablamos de multas, que sean proporcionales a los ingresos de la familia del adolescente. Los envases también es algo que las asociaciones médicas quieren cambiar. Por el momento, no llevan ningún tipo de etiqueta o distintivo y pretenden que sea similar al etiquetado que se está implantando en productos ultraprocesados o con cantidades importantes de azúcar.
El pasado mes de noviembre, en el puente de todos los Santos, solo en Madrid el SAMUR recibió 930 avisos de intoxicaciones etílicas, cifras que se repiten, en mayor o menor medida, por todo el territorio nacional. Por eso, otra de las peticiones que hacen las asociaciones es que se haga un seguimiento más exhaustivo de los casos que se produzcan, sobre todo si son en casos reincidentes.
Una costumbre importada de países anglosajones, donde el precio de los alcoholes es un 20% superior, es el tema de las ‘happy hour’, franjas horarias en las que las bebidas son mucho más baratas que el resto del tiempo. Desde el sector médico piden que se eliminen, así como las promociones de dos por uno ya que fomentan el consumo descontrolado.
Respecto a los supermercados, se pide que la zona de alcoholes esté limitada a los mayores de edad y haya un acceso específico en el que se pueda controlar la edad de los que ingresan en ella. Por último, las redes sociales también pasarían a controlarse, aunque solo en lo relacionado con la publicidad, para que no sean una plataforma en la que se fomente su consumo tanto directa como indirectamente.