Poseer un vehículo con todo en regla siempre implica algunos gastos que debemos tener en cuenta: el impuesto de circulación, de matriculación la ITV o las revisiones periódicas son partidas que tendremos que llevar siempre al día. Según datos de ACEA, los españoles dueños de un coche pagan aproximadamente 1068 euros anuales.
El domicilio fiscal de nuestro vehículo va a ser fundamental a la hora de pagar los impuestos correspondientes. Serán diferentes en función de dónde estemos empadronados. La DGT lo ha explicado en numerosas ocasiones: esta dirección debe coincidir siempre con nuestro lugar de empadronamiento.
Por lo demás, nadie se libra de relacionarse con la autoridad de tráfico. Siempre que adquiramos un coche será obligatorio informar a la DGT del domicilio fiscal del vehículo, es decir: dónde está y quién es su dueño. Cualquier cambio que hagamos (una mudanza a otra ciudad, por ejemplo) deberá quedar registrada.
Por suerte para muchos conductores, el cambio de domicilio fiscal para el pago del impuesto de circulación se puede realizar a través de Internet, por teléfono o de forma presencial. Esto nos ahorra muchísimo tiempo y hace el proceso muy sencillo.
El trámite debes realizarlo dentro de los 15 días siguientes al cambio de domicilio fiscal. Es el plazo máximo. Si tienes un permiso de circulación con un formato antiguo en el que aparezca tu viejo domicilio fiscal, el cambio de domicilio fiscal es gratuito.
No olvides cambiar la dirección de notificaciones que la DGT tiene en sus ficheros. Así podrán contactarte si lo necesitan.
Necesitarás: