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Son muchos los documentos que llevar en el coche. Además de los obligatorios, como la ficha técnica o el permiso de circulación, hay otros que son recomendables, como los manuales de propietario y mantenimiento, la póliza del seguro, al menos una declaración amistosa de accidente y el recibo del pago del Impuesto de Circulación.
A todo esto, debes sumar que el coche debe tener la ITV en vigor y su respectiva pegatina en el parabrisas delantero, al igual que ocurre con el distintivo ambiental de la DGT. Además, existe otro documento que conviene llevar en el coche, no es obligatorio, pero puede salvarnos la vida. Se llama hoja de rescate y es una ficha que incorpora toda la información técnica necesaria para poder abrir un vehículo de manera rápida y segura. Tiene un formato estándar, válido para toda Europa. El objetivo de la hoja de rescate es básicamente la reducción del tiempo de atención en caso de tener un accidente.
Antes, con tan solo 10 minutos se podía abrir un vehículo tras un accidente y sacar a las víctimas, ahora se han convertido en muchos más, ya que hay que tener en cuenta información sobre los elementos y sistemas tecnológicos que incorpora el coche que antes no existían, para que el rescate se haga de forma segura: dónde están los componentes de alta tensión, dónde están las cargas de los airbags, qué tipo de combustible utiliza el vehículo, cuáles son los mejores puntos de corte de carrocería, etc, toda esa información es la que aporte la hoja de rescate.
Para agilizar la labor de salvamento se creó la hoja de rescate, una ficha estándar para toda Europa que incluye todos los datos técnicos necesarios que permiten abrir un vehículo de forma rápida a la par que segura tanto para ocupantes y cuerpos de seguridad. Esta ficha no es obligatoria, aunque sí recomendable.
La hoja de rescate es un documento impreso, normalmente, en formato A4, en el que figuran las especificaciones técnicas e instrucciones respecto de la seguridad de los vehículos, que ayuda y facilita el rescate de los ocupantes del coche en caso de accidente de tráfico. Los vehículos, incluso siendo del mismo modelo, difieren en las protecciones si el año de fabricación es diferente y, por ello, la hoja de rescate pasa a ser una ayuda muy valiosa para que el equipo de rescate pueda acceder al habitáculo con mayor diligencia y rapidez, lo que ayudará a salvar vidas, ya que en caso de accidente no debe pasar más de una hora desde el siniestro hasta el ingreso en el hospital.
Estas instrucciones indican a los equipos de rescate donde están los componentes claves de nuestro coche, cuáles son las zonas complicadas y los lugares por donde se puede cortar fácilmente, para excarcelarnos. También muestra los lugares en los que se ubican ramales eléctricos, la posición de la batería, la localización del depósito de combustible y el tipo de carburante que emplea el vehículo. No debemos olvidar que existen componentes peligrosos no sólo para la víctima, sino también para los servicios de emergencia.
En el caso de los airbags, que cuentan con una pequeña carga explosiva que se detona en caso de accidente para inflar y desplegar correctamente las bolsas, es importante que quede debidamente marcado en la hoja de rescate la posición exacta de cada uno de ellos para evitar posibles riesgos cuando se está cortando la chapa de un coche. La hoja de rescate puede reducir en un 63% las complicaciones a la hora de rescatar a una víctima accidentada.
La hoja de rescate es un documento gratuito que suministran los fabricantes. Se puede descargar habitualmente de los portales de clubes de automóviles, aunque por lo general siempre en inglés. Algunos fabricantes las ofrecen en sus páginas web, pero no especialmente accesibles.
Una vez impresa la hoja de rescate, se debe doblar y guardar en el interior del parasol del conductor. Es importante que esté a color y se recomienda guardar cuidadosamente doblada en un portafolio plastificado.
Además, para que los servicios de emergencia sepan que tu coche dispone de una hoja de rescate, es necesario que pongas una pegatina en la parte inferior izquierda del salpicadero. Estos adhesivos son facilitados por clubes de automovilismo, como el RACC o el RACE, y también los puede imprimir uno mismo.