El mercado de los coches de segunda mano se mueve. El coronavirus está trayendo consecuencias en el sector del coche antiguo. Muchos usuarios de transporte público en ciudades están optando en los últimos dos meses por comprar un coche de entre 1.300 o 500 euros, según datos del Instituto de Estudios de Automoción para Sumauto. Tanto, que según el mismo organismo, la compra de vehículos de más de 20 años ha aumentado en un 31% durante julio y agosto. Un total de casi 44.000 vehículos. Una cifra que contrasta con la caída del 40% del mercado del vehículo nuevo.Si tienes un coche del que quieres deshacerte, este es tu momento. Te damos claves para optimizar lo que puedes pedir por él.
No lo quieres vender a precio de oro, pero tampoco regalar. Ya no entramos en si es porque vas justo de dinero, porque se te ha quedado pequeño, porque ya tiene muchos kilómetros y necesitas uno nuevo… la razón de la venta es lo de menos: vamos a centrarnos en sacar el mayor partido a lo que tenemos, poner un precio correcto para no malvenderlo e incluso retocar alguna cosita por cuatro duros para obtener mayor beneficio por la venta. ¿Listo? ¡Arrancamos!
Antes de lanzarte a la aventura de vender tu coche, revisa que todo el papeleo esté en regla: ITV pasada, seguro en vigor, permiso de circulación, Libro de mantenimiento (físico o digitalizado), impuesto de circulación pagado, ninguna multa pendiente, libre de cargas…
En internet hay distintas empresas que publican tablas para tener una idea general. Depende mucho del kilometraje, de los años que tenga, del estado actual del vehículo, si el coche aún se vende o ya ha sido sustituido por una generación nueva… son muchas cosas a tener en cuenta. Un consejo que no falla es calcular el precio en base a modelos similares que ya están a la venta en los portales especializados.
A veces una pequeña inversión en una revisión a fondo en un taller de confianza te puede dar beneficios a la larga. Vender un coche con algún defecto o fallo de funcionamiento es uno de los mayores errores que podemos cometer… bueno, hay uno mayor, que es ocultarlo y que te lo pillen antes de la firma. Quedarás fatal.
Vigila que las lunas no tengas roturas ni impactos, que estén tan limpias como el primer día, que todas las luces funcionen, que las escobillas hagan bien su trabajo, que no necesite de manera inmediata un cambio de aceite, batería, filtros… y, por supuesto, límpialo a conciencia, tanto por fuera como por dentro. Si tiene algún pequeño rayón o raspón trata de arreglarlo lo mejor que puedas, o al menos disimularlo al máximo con polish o con pintura lo más parecida posible si no puede ser la misma.
Si tienes seguro a todo riesgo, será mejor que presentes un parte y el coche pase por taller para que sea pintado al completo. Ojo a los neumáticos, que tengan la profundidad del dibujo reglamentario y no presenten defectos… a veces es mejor pillar unos baratos de segunda mano que luzcan mejor que los desgastados y viejos que lleva habitualmente y que no deberían estar ya ahí.
Es fundamental realizar unas buenas fotos, bien enfocadas, desde todos los ángulos posibles, y aunque sin pasarnos, cuantas más mejor, para mostrar que el coche está en perfecto estado. Elige un buen entorno, una buena sombra para los interiores, incluso un escenario bonito para las exteriores, donde se vea el coche en un entorno que suba el nivel del mismo. Las fotos detalle de elementos o accesorias extra al precio de compra son un plus.
Por si no sabes cómo va el tema, que sepas que un concesionario o una empresa que se dedica a la compraventa de coches siempre te va a pagar menos dinero que un particular, porque el objetivo final de la empresa es revender tu coche y conseguir un margen de beneficio. A menudo te llamarán, si pones un anuncio en una web, para ofrecerte una cantidad inferior a la que pides. Es un error decir que sí al primero que pase. Depende mucho del coche, pero lo normal es que te ofrezcan en torno a un 30% menos de lo que vale el coche, para asegurarse ellos posteriormente su venta con ganancias. Eso sí, si te corre mucha prisa, un mayorista multimarca es la mejor opción.
Yo he vendido un par de coches en mi vida y he de reconocer que al final he sacado, incluso, un poco más de lo que pensaba. Y es que, si no tienes prisa por vender el coche, prueba a poner un precio de inicio superior al que crees justo. Por un lado, puedes llevarte una alegría. Por otro, la mayoría de posibles compradores intentará regatear a la baja el precio que has puesto.
No olvides que, al vender el coche y firmar el contrato de compraventa, estás obligado a responder durante los seis primeros meses tras la venta por “vicios ocultos” que pueda tener el coche y sean demostrables por el comprador.
Es verdaderamente importante no sólo mencionar todos los datos posibles del coche, como marca, modelo, versión, motor, años, kilometraje, etcétera, sino destacar los puntos más llamativos de tu coche en particular. Si no viene de serie el navegador pero tu se lo has puesto, si las llantas son las de serie o unas mejores, todos los elementos instalados tanto de seguridad pasiva, como seguridad activa y ayudas a la conducción, si duerme en garaje, si sólo ha tenido un dueño, si se han cumplido a rajatabla las revisiones, si tiene menos kilómetros de lo habitual por su edad, explicar bien los motivos…
Prácticamente todos los que buscan un coche de segunda mano quieren probar el coche. Es lógico. En mi caso, he preferido conducir yo con el comprador en el asiento del copiloto. Lo mejor es dar a elegir ruta al cliente y tras unos minutos de conducción, que conviene alternar por ciudad y carreteras exteriores a la urbe, conviene decirle si quiere comprobar aceleraciones fuertes, frenadas potentes, giros más o menos bruscos, etcétera. Si el coche está en perfecto estado no está de más demostrarlo. Tienes la opción de dejar conducir al comprador, eso ya, a juicio de cada uno.
No te compliques. En internet tienes mil tipos distintos. Que siempre estén marcados los datos del comprador y del vendedor, así como los del vehículo es básico. Nombres, apellidos, DNI, direcciones, marca, modelo, matrícula, número de bastidor y, por último, el precio acordado de venta. Además, es bueno incluir el compromiso del cambio de titularidad del coche en la Jefatura de Tráfico correspondiente antes de un plazo estimado que pueden ser 7 o 15 días.