Respetar las normas de seguridad vial es una máxima vital para reducir el riesgo de accidente en las carreteras, pero no todos los conductores las cumplen. Solo en 2021, se calcula que la DGT (Dirección General de Tráfico) interpuso más de cuatro millones de sanciones en nuestras carreteras, una cifra en la que no se incluyen los datos de Cataluña y el País Vasco, que gestionan sus datos de manera independiente a través de sus propios organismos autonómicos.
Las sanciones más habituales fueron, como ya es habitual, las relacionadas con los excesos de velocidad, que representaron en torno a un 64% del total de las multas. Tras estas, se encontraron las sanciones por no haber pasado la ITV o circular con una calificación desfavorable, las multas por conducir sin el permiso de conducir y las multas por no llevar puesto el cinturón de seguridad.
Para combatir las infracciones en la carretera y aumentar la seguridad vial, la DGT ha puesto en marcha distintos dispositivos para identificar a estos infractores. Los más populares y reconocibles son los radares, de los que hay más de 700 unidades repartidas por todo el territorio español. Pero además de estos cinemómetros, la DGT también cuenta con unas furgonetas camufladas que pueden pillar por sorpresa a todos los conductores que se salten las normas de circulación.
Estas furgonetas se incorporaron a la flota de dispositivos de la DGT en 2018 y se caracterizan por su gran tamaño. Gracias a ellas, los guardias civiles pueden controlar dos de las infracciones más comunes entre los conductores españoles: el uso del teléfono móvil y la ausencia del cinturón de seguridad, dos sanciones que, con la Nueva Ley de Tráfico, implican, respectivamente, la pérdida de seis y tres puntos del carnet de conducir y una multa que asciende, en ambos casos, hasta los 200 euros. Además, estas furgonetas también pueden llevar incorporados radares, por lo que también podrían detectar los excesos de velocidad.
Aunque estos vehículos están camuflados, hay algunos trucos que pueden ayudar a identificarlos. El primero es que están siempre conducidos por agentes de la Guardia Civil, ataviados con uniforme, pero no es el único.
Además de la naturaleza de sus conductores, estos vehículos también se caracterizan por tener unos asientos un poco más altos que los de un automóvil convencional, a fin de poder aumentar la visibilidad de sus cámaras y ocupantes. Asimismo, las furgonetas de la DGT suelen ser vehículos Fiat Scudo, Renault Master o Ford Transit Custom, y tienen las letras PGC en su matrícula. Finalmente, su color suele ser azul, negro o blanco.
Prestado atención a estos trucos, los conductores podrán identificar las furgonetas camufladas de la DGT. Aun así, la mejor manera de evitar posibles multas es respetando las normas de circulación vigentes: no solo evitarán sanciones, sino que también aumentarán su seguridad y reducirán los riesgos de un posible accidente.