La velocidad máxima de tu coche está escrita en los neumáticos

El coche en el que nos movemos cada día guarda grandes misterios de los que, de repente un día, tomas conocimiento. Una de sus zonas más importantes y a las que quizá no se les presta la atención que se le debería dar es a los neumáticos. Son los que logran que nuestro vehículo se desplace, por lo que tener los adecuados y llevar un buen mantenimiento, con la presión adecuada, es algo fundamental para nuestra seguridad y para el resto de los usuarios de la vía. Por eso es importante saber interpretar la información que nos ofrece.

Todo neumático, si te fijas bien, lleva una serie de números y alguna letra que probablemente nunca hayas sabido interpretar y tampoco te hayas parado a pensar en qué significa. Sin embargo, son datos que puede ser de lo más útiles para ti y tu manera de conducir. Entre los datos de mayor utilidad está el índice de velocidad, un valor que marca la velocidad máxima real que pueden soportar y que probablemente no sea la misma que marca tu cuentakilómetros.

Se trata de un dato muy a tener en cuenta porque lo exponen los fabricantes para el neumático en sus plenas condiciones, sin sufrir deterioro, teniendo en cuenta tanto el peso como la potencia de los vehículos para los que han sido fabricados.

La letra indica la velocidad

La inscripción se encuentra en la zona exterior de la rueda y, normalmente, se encuentra al final de la descripción. Pero lejos de aparecer con un número, lo hace con una letra que indica la velocidad máxima que puede soportar ese neumático. Están ordenados alfabéticamente, pero normalmente se pueden encontrar entre la L y la Y, letras que no solo indican la velocidad máxima admitida, sino también la capacidad de tracción, su resistencia al desgaste o su calidad. Cuanto mayor es la letra del abecedario, más calidad y más caro.

El índice de velocidad es un parámetro homologado al que hay que estar atento, pues no se puede utilizar un neumático con un código inferior al que indica la marca de coches para el modelo, es decir, se pueden cambiar los neumáticos por unos de un índice superior, pero no al revés, ya que podrían no resistir la velocidad que alcanza.

En todo caso, rara vez se encontrarán neumáticos por debajo de la letra M, que soportan como máximo 130 kilómetros por hora, siendo utilizadas como ruedas de repuesto. De esta manera, los turismos suelen llevar neumáticos con la S y la T, entre 180 y 190 kilómetros por hora, mientras que muchos SUV se quedan en la Q, 160 kilómetros por hora.

La velocidad de resistencia puede ser mucho más alta, pero no es lo normal que vengan en coches que no van a poder alcanzarlas, principalmente porque se sobrepasaría con creces los límites de velocidad. Los neumáticos con Y, por ejemplo, con los más resistentes, soportando una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora.

Cómo interpretar el código

No es lo único con lo que nos encontramos en el neumático, el primer número suele ser su anchura en milímetros seguido del informe de altura/anchura. Tras ello va el diámetro de la llanta en pulgadas, el índice de carga y la letra que indica el índice de velocidad.

En la imagen aparece el 205, la anchura; el 55 que es el informe de altura/anchura. La R que se encuentra a la mirad es de la estructura en la que se ha construido el neumático, radial. El 16 es el diámetro de la llanta; el 91 el índice de carga, y la V su índice de velocidad.

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