Legislar, dictar normas para el conjunto de la sociedad, debe hacerse en base a una buena colección de motivos y razones que aguanten una acerada crítica o una razonable duda al respecto. La idea de la DGT (Dirección General de Tráfico) y su intención de crear una norma para eliminar los 20 kilómetros por hora extra sobre el límite de la vía que teníamos para poder adelantar en carreteras convencionales a otros vehículos, ha tenido tantas críticas, tantas razones esgrimidas en contra por parte de numerosos sectores de la población que, de momento, no va a salir adelante.
Y es que la nueva ley de tráfico, aprobada por el Congreso de los Diputados, ha sufrido la votación y aceptación de una de las enmiendas presentada. Dicha enmienda echaba por tierra, con todo tipo de datos y estudios, la eliminación del margen de 20 km/h para adelantar. Con ello, se elimina el peligro real para los conductores y resto de ocupantes del vehículo que significaba tener que ir mucho más tiempo circulando por el carril izquierdo para sobrepasar al coche más lento.
Para que nos hagamos una idea del clamor popular que ha clamado en contra de esta norma que iba a ser aprobada, sin ir más lejos, Fesvial, la fundación para la Seguridad vial, elaboró un decálogo prácticamente irrebatible abogando por mantener una posibilidad que a muchos nos ha salvado de comernos un atasco monumental o un coche extremadamente lento delante de nosotros.
Por estas razones y por muchas otras más, la DGT ha tenido que dar el brazo a torcer y se ha quedado sin la aprobación de la que era una de sus medidas estrella, pues estimaban que evitando adelantamientos, se evitaban accidentes, pero claro… la gente no va a dejar de adelantar porque lo diga la DGT… y estar más tiempo expuesto en el carril contrario es una especie de locura de los mandatarios del organismo de tráfico.
Así pues, y mientras no se demuestre lo contrario, rebasar la velocidad máxima de la vía en carreteras secundarias en 20 km/h para adelantar seguirá siendo legal con la nueva reforma de la Ley de Tráfico. Y es que las enmiendas presentadas por Ciudadanos, Vox, ERC y Plural han sido aceptadas en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. Ahora falta la confirmación en la votación del Senado para enterrar, ojalá definitivamente, éste “atropello” al sentido común.
Es cierto que las carreteras secundarias suelen ser más peligrosas que las vías principales, pues tienen calzadas más estrechas, muchas curvas, puede haber más peligros que no tienen nada que ver con la propia circulación, agentes externos, peor estado de conservación, señalización muy mejorable… y la cantidad de salidas de la vía es mucho mayor que en autovías y autopistas. Es la verdad. Pero hay otras formas de bajar los accidentes. Información, educación, prevención, buena señalización, perfecto estado del firme y de las protecciones… en fin.
En cualquier caso, la DGT, erre que erre, dice que da su brazo a torcer posponiendo y retrasando, no eliminando, esta norma, si logran sacar todas las demás adelante. En cualquier caso, la que pasará a llamarse nueva Ley de Tráfico, Circulación y Seguridad Vial, no contemplará la supresión de ese margen extra de 20 km/hora para adelantar en carreteras convencionales de un solo sentido de circulación.
Otras medidas, como el uso del casco para los vehículos de movilidad personal como los patinetes, la prohibición de los mecanismos de detección de radares, o el alcoholímetro anti arranque para los conductores profesionales, sí que serán aprobadas finalmente y verán la luz con la nueva ley.