¡Más madera, es la guerra! Ésta parece ser la máxima que guía a la Dirección General de Tráfico (DGT) con respecto a su estrategia para intentar reducir la siniestralidad en nuestras carreteras. Si sustituimos en la popular frase “madera” por “radares”, seguro que la cosa termina de entenderse para los pocos que no lo hayan cogido a la primera. Y es que la frase que ha pronunciado el propio Pere Navarro, director general de la DGT, textualmente, ha sido “Menos señales y más radares”, dejando clara la senda que va a seguir su estamento de cara a 2022.
En su aparición pública para explicar las líneas generales del plan Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030, Pere Navarro ha dejado unas cuantas frases “marca de la casa”, como “la velocidad mata”, y por ello sigue empeñado en instalar aún más radares que, por supuesto, ayudan a llenar las arcas de la DGT y del propio gobierno de España.
En 2020, a pesar de la pandemia, se registraron en España casi 4 millones de multas, sin contar Cataluña y País Vasco, que tienen las transferencias en este tema. De ese total, casi dos millones y medio fueron a causa del exceso de velocidad.
En la actualidad existen más de 1.400 radares en nuestras carreteras, 780 de ellos fijos, 545 móviles y 92 de tramo. Para Pere Navarro no son suficientes, y para 2022 ya ha anunciado que habrá 16 nuevos radares de tramo y otros 10 fijos, que irán rotando en 20 cabinas, por lo que una de cada dos estará vacía. De hecho, según algunas estimaciones, se piensa que un tercio de las cabinas existentes no alberga ningún radar en su interior.
Pero esto no es todo. A pesar de las particularidades que tienen los drones para multar, que ya vimos y explicamos en Uppers.es, se incorporarán nuevos drones con cámaras que podrán imponer sanciones. “Por su seguridad”, reza el lema de la DGT… pero la realidad es que se seguirá recaudando una ingente cantidad de dinero que parece que no es suficiente para mantener el buen estado de la red, e incluso, sigue su curso la idea de cobrar por el uso de autopistas y autovías.
Durante su comparecencia en la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados con ocasión del programa de trabajo sobre la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030, Navarro ha dejado claro que la DGT va a seguir apostando por incrementar el número de radares de tramo por ser más eficaces que los cinemómetros fijos a la hora de controlar excesos de velocidad en determinados trayectos.
El director de la DGT ha puesto énfasis en una batería de medidas para disminuir velocidades y restringir maniobras peligrosas, como los adelantamientos. Así, se prevé implementar los 30 km/h en las calles con un único carril de circulación por sentido; suprimir el margen de 20 km/h para realizar adelantamientos en carreteras secundarias; aprobar las condiciones técnicas de los vehículos de movilidad personal y promover la implantación del seguro obligatorio para sus usuarios; amén de consolidar la prohibición de circular por las aceras con patinetes y bicicletas, entre otras medidas.
Está clara cuál es la intención de la DGT: aumentar los controles y las sanciones para, según ellos, aumentar la seguridad en las carreteras. Sin embargo, la esperada y anunciada actualización de las etiquetas en función de la contaminación de cada coche se va a quedar en absolutamente nada. Justo hace escasos días el propio Pere Navarro anunció que, de momento, no se van a tocar… cuando está claro que hace falta una puesta al día con unos criterios más actualizados y coherentes de los que ahora existen. Si con ello recaudasen dinero…