Hace ya más de quince años desde que entró en vigor el carnet de conducir por puntos, un sistema aprobado por la Dirección General de Tráfico (DGT) para reducir la siniestralidad y aumentar la seguridad en las carreteras españolas y que ha modificado la manera en la que se entiende la conducción.
Instaurado con el objetivo de cambiar las actitudes infractoras y de sensibilizar a los conductores sobre las implicaciones que sus conductas al volante pueden tener en los accidentes de tráfico y sobre las consecuencias que estos siniestros pueden tener tanto a nivel humano como económico y social, el carnet por puntos se caracteriza por otorgarle a los conductores un saldo que puede aumentar o reducirse en función de su comportamiento al volante.
Por norma general, los conductores parten con un saldo de 12 puntos en su carnet de conducir, salvo aquellos que sean noveles o hayan obtenido de nuevo su permiso tras la deducción de todos sus puntos, en cuyo caso empiezan con 8 puntos.
Este saldo puede incrementarse hasta los 15 puntos si no se cometen infracciones o se realizan cursos de sensibilización, y puede reducirse a cero si no se respetan las normas de circulación y se cometen infracciones graves o muy graves, en cuyo caso los conductores perderán su permiso y deberán superar un curso para poder volver a conducir su vehículo.
Para aumentar el saldo del carnet de conducir, los conductores deben tener un buen comportamiento al volante y no haber sido sancionados con la pérdida de ningún punto.
En el caso de los conductores que parten con un saldo inicial de 12 puntos, podrán conseguir dos puntos adicionales si durante tres años no cometen ninguna infracción. Transcurrido este tiempo, si durante los tres años siguientes no son sancionados, podrán conseguir un punto adicional, alcanzando finalmente los 15 puntos máximos del carnet de conducir.
En el caso de los conductores que parten con un saldo inicial de 8 puntos, podrán alcanzar los 12 puntos habituales si durante dos años no cometen ninguna infracción. Transcurrido este tiempo, podrán ganar dos puntos adicionales si durante tres años no cometen ninguna infracción, y otro punto extra si pasado este tiempo siguen sin ser sancionados durante otros tres años.
La pérdida de puntos del carnet de conducir, por otro lado, se produce cuando se cometen infracciones graves o muy graves. Según la DGT, las infracciones más habituales que conllevan a una pérdida de este saldo son los excesos de velocidad, no llevar puesto el cinturón, utilizar el teléfono móvil mientras se conduce y haber consumido alcohol y drogas antes de ponerse al volante, aunque hay otras infracciones, como no respetar la distancia de seguridad o circular en sentido contrario, que también conllevan una deducción.
Dependiendo de la gravedad de la infracción, se pueden perder 2, 3, 4 o 6 puntos del carnet, aunque estos puntos pueden sumarse si se cometen varias infracciones. Aun así, por norma general solo se pueden perder 8 puntos por día, aunque hay infracciones muy graves que pueden conllevar a una pérdida mayor. En concreto, en estos supuestos los conductores podrían perder la totalidad de sus puntos del carnet:
Los conductores que pierdan los puntos de su carnet de conducir no podrán volver a circular hasta que superen un curso que les permita recuperarlos. En caso de que incumplan con esta norma, se enfrentan a sanciones de entre 3 y 6 meses de prisión o a una multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad por un periodo de entre 31 y 90 días.