Llenar el depósito del coche con el combustible equivocado es un error más común de lo que parece. Las consecuencias para el motor son significativas y nada baratas así que lo mejor es saber cómo actuar. En Uppers hemos consultado con un taller mecánico especializado qué se hace cuando se equivocan en el combustible de un coche los operarios de una estación de servicio o cuando la culpa es nuestra. Este hecho sucede sobre todo al alquilar un vehículo cuyo combustible es distinto al del coche particular, en los viajes largos o cuando se lleva conduciendo demasiado tiempo porque la fatiga impide la concentración incluso ya parado en la gasolinera, pero también si el conductor no está centrado por estrés o exceso de preocupaciones…
Las boquillas de los surtidores para vehículos diésel se diferencian perfectamente de las boquillas de los surtidores de gasolina. Sin embargo, sigue habiendo equivocaciones a diario. Lo primero que hay que hacer al percatarse del error es no encender el motor ni circular. En caso de darse cuenta después, por los ruidos que se genera en el motor o porque directamente el coche se para a los pocos metros, es necesario estacionar en un lugar seguro cuanto antes.
El segundo paso es informar de lo sucedido en la estación de servicio si se sigue en ella. Tal vez dispongan de un mecanismo de bombeo del combustible. De todos modos, el tercer paso sería llamar a la compañía de alquiler si fuera el caso y al servicio de grúa de la compañía aseguradora; será urgente llevar el coche al taller y de ninguna forma ponerlo en marcha y circular.
Ya en el taller mecánico, la factura puede ser de unos 500 euros si hay suerte y el conductor es consciente del error antes de arrancar. Será necesario realizar una limpieza general de los conductos y del depósito. No obstante, cuando se llega a circular se genera una avería que eleva bastante la factura.
Existen tres posibles errores:
En cuanto al motor diésel, el combustible lo impulsa y lubrica la bomba de inyección y los inyectores, una propiedad que no tiene la gasolina. La consecuencia de echarle gasolina genera fallos de encendido que pueden dañar el circuito de inyectores, el filtro de combustible o la bomba de inyección. Si el depósito estaba vacío no será posible arrancar, pero si había algo de diésel se mezcla en el tanque y hará que el motor produzca ruidos extraños.
El hecho de repostar diésel en un motor de gasolina es menos común debido a que la boquilla del surtidor es más ancha y no entra en el depósito. Por tanto, esta equivocación se da cuando se utiliza un bidón para rellenar. La reacción del diésel en un mecanismo de gasolina probablemente dañe el catalizador y los inyectores. La gasolina que hubiera antes se quemará y el gasóleo no entrará en combustión, pero saldrá por el tubo de escape en forma de humo blanco.
En cambio, en aquellas ocasiones donde el error está en el octanaje se puede producir un problema de rendimiento. Aunque en caso de repostar gasolina de 95 octanos en un motor que emplea gasolina de 98 octanos se pierden prestaciones y cabe la posibilidad de que se dañe el sistema de inyección. También habrá que llamar a una grúa para solventar el problema en un taller.
Otro punto importante es quién ha sido el responsable de llenar el depósito con el combustible equivocado. En caso de haber cometido el error el personal de la estación de servicio será la compañía quien asuma el coste de solventar el problema. Como consumidor, el conductor tiene derecho a ser indemnizado ante tales situaciones. Así lo especifica la Ley General para la Defensa de los Consumidores y usuarios cuando se producen daños y perjuicios causados por el uso de suministros y servicios erróneos.
El usuario tendrá que denunciar el error y aportar pruebas que lo demuestren. Además del ticket de pago que indique el tipo de carburante suministrado se debe añadir un informe pericial del taller que ha reparado los daños causados en el mecanismo por el uso de un combustible inadecuado. Es evidente que si se trata de una gasolinera de autoservicio o es el propio conductor quien se ha confundido no tendrá derecho a reclamar responsabilidades. Ante la duda siempre se puede solicitar la grabación de las cámaras de seguridad.
Igualmente se debe cumplimentar en la gasolinera la hoja de reclamaciones y entregarla en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) o en los Servicios de Consumo de la comunidad autónoma correspondientes.