Muchas de las carreteras principales portuguesas son de peaje y algunos conductores por desconocimiento o de forma premeditada no pagan al pasar por la barrera. Tal vez creen que al estar en otro país nunca les va a llegar la multa, sin embargo, están muy equivocados porque siempre hay consecuencias. En Uppers, nos han explicado qué pasa si no pagas una multa de peaje en Portugal y cuál es la multa por no pagar los peajes en Portugal en un despacho especializado en estos temas.
Los precios de las carreteras de peaje portuguesas aproximadamente oscilan entre los 6 y los 9 euros por cada 100 kilómetros. Dependen de los kilómetros concretos recorridos y de la clase de vehículo que hay cuatro:
En la red de carreteras de Portugal ahora coexisten dos procedimientos de pago: el tradicional con efectivo o con tarjeta de crédito y el nuevo que solo permite un sistema automático o con una tarjetas prepago. Todas las opciones del nuevo sistema conllevan un cargo adicional al peaje de 0,74 euros por la inscripción y otra tarifa administrativa por viaje de 0,32 euros. En diversos puntos de los centros de peaje, en las oficinas de correos de CTT y en las estaciones de servicio es donde se comercializan estos sistemas automáticos o las tarjetas de prepago.
Los peajes donde es posible pagar en efectivo o con tarjeta de crédito ya son cada vez menos y están señalizados como Portagem Manual o Manual Toll, donde se recoge un billete en la entrada de la autopista y se paga a la salida al personal de la estación de peaje.
Los sistemas automáticos son el EasyToll para vehículos matriculados en el extranjero, es decir, en España, que acepta la tarjeta de crédito Visa, Mastercard y Maestro. Es necesario realizar una inscripción en los principales cruces fronterizos que es válida para 30 días. También es posible adquirir una TollCard por valor de 5, 10, 20 o 40 euros en los sitios indicados u online a través de la web Portugaltolls.com. Otra posibilidad es comprar una Tarjeta virtual o TollService que cuesta 20,74 euros y permite circular durante tres días por autopistas ilimitadas con peaje electrónico.
Además, se mantiene el Via Verde Visitors, compatible con el Via T español, que es el dispositivo que se coloca en el parabrisas del automóvil para registrar el paso por la barrera de peaje y después se deducen las tarifas directamente de la cuenta bancaria.
En las estaciones de peaje hay instaladas cámaras de seguridad que están grabando las 24 horas del día todos los vehículos con sus correspondientes matrículas que cruzan las barreras, con lo cual, aquellos que no cumplan con el pago de un peaje quedan registrados. El hecho implica una sanción económica que puede suponer un importe significativo.
Ciertos conductores creen que al no vivir en Portugal nunca les llegará ninguna notificación por no haber pagado un peaje. No obstante, hay suficientes mecanismos administrativos para localizar al dueño del vehículo. Los países que integran la Unión Europea comparten los datos de los vehículos matriculados por lo que disponen de las matrículas, los nombres de sus propietarios ya sea una persona física o jurídica y sus direcciones de contacto. De este modo, cualquier notificación de una forma u otra termina llegando al domicilio del titular del vehículo. Por otra parte, según la jurisprudencia lusa, el plazo para notificar esa infracción es de cinco años desde que se cometió.
En realidad, saltarse un peaje no conlleva una multa de tráfico como tal, sino una tasa que se adeuda. Es una infracción fiscal con carácter tributario según regula la Ley nº 51/2015 de Portugal en su artículo 7. Por este motivo, los trámites son distintos tanto para notificar esa infracción como para reclamarla si quiere hacerlo el autor de los hechos. En caso de no estar de acuerdo con el requerimiento de pago, el infractor debe interponer un recurso tal como especifica esta normativa portuguesa.
En cuanto a las cuantías económicas que supone no pagar un peaje, el Régimen General de Infracciones Tributarias de Portugal determina que la sanción parte de un mínimo que corresponde a 7,5 veces el importe del peaje no pagado y puede alcanzar un máximo de cuatro veces el valor mínimo de la multa. Esto supone que por el hecho de saltarse sin pagar un peaje de 11 euros la reclamación fiscal será de 82,50 euros como mínimo y hasta 330 euros como máximo.