Cuando contratas un seguro para la moto estás comprando una protección ante determinadas circunstancias que pueden ocurrir durante su uso, como un accidente o una avería, por lo que es importante que sepas qué puedes esperar de tu seguro ante este tipo de situaciones.
Las primas de seguro de la moto, que suelen ser más económicas que las de los coches, se han encarecido un 10% este año. El precio medio de una póliza de moto es de 326 euros anuales, según registran en Rastreator.
Pero los precios del seguro de la moto no son iguales en toda España. Dependiendo del lugar de residencia y contratación de la prima, las diferencias entre las diferentes localidades pueden variar hasta en un 41%, según la misma aseguradora.
Por un lado, tenemos las provincias donde más barato sale pagar el seguro de la moto. De media, en Soria se pagan 259 euros anuales, siendo esta la zona más barata de España. Le sigue Cáceres con 260 euros anuales de media, y Ciudad Real, con un precio de 264 euros anuales.
Por otro lado, encontramos las provincias con los seguros de moto más caros. La primera es Melilla, donde pagar la póliza de nuestra motocicleta nos costará 408 euros anuales.
Aunque el precio es uno de los principales factores que determinan la contratación de una póliza para tu moto, debes tener en cuenta otros aspectos antes de elegir el seguro más barato que encuentres, ya que una mala elección puede acabar siendo la peor decisión de tu vida.
El precio del seguro de la moto depende de varios factoresuppers.es
Factores que influyen en el precio del seguro de la moto
Tipo de moto, cilindrada y antigüedad. Lo primero que querrá saber la compañía aseguradora es el modelo del vehículo, su cilindrada y la antigüedad. No es lo mismo contratar un seguro para un scooter de 125 cc que para una moto deportiva de 1.000 cc. Por norma general, el precio de la póliza suele verse reducido en los modelos de menor cilindrada. Otro factor analizado por las compañías es la antigüedad del vehículo. A pesar de que el valor de una moto se deprecia con el paso de los años, el precio del seguro puede verse condicionado. Esto se debe a que los vehículos más antiguos tienen más fallos mecánicos y son menos seguros. Además, los ladrones suelen fijarse en ellos para satisfacer la demanda de piezas en el mercado negro.
Localidad donde se conduce la moto. El lugar de residencia es un factor clave para la aseguradora. Hay provincias y ciudades autónomas en las que los motoristas tienen mayor o menor probabilidad de sufrir un accidente de circulación.
Utilización del vehículo. ¿Para qué vamos a utilizar la moto? ¿Cuántos kilómetros vamos a recorrer al año? ¿Se va a usar a diario? Estas son algunas preguntas que nos plantearán las entidades aseguradoras. Así saben si hay mayor o menor riesgo, o probabilidad, de sufrir un percance de cualquier tipo.
Aparcamiento habitual. Las compañías también desean saber dónde aparca normalmente la moto. Dependiendo de las respuestas, el precio de la póliza puede variar. Normalmente, una moto que duerma en la calle se encontrará menos protegida que en una plaza de garaje.
Experiencia del conductor. La experiencia es un grado, y en los seguros para motos más. Los motoristas con más edad y años de carnet suelen verse beneficiados en comparación con los conductores noveles.
Historial de siniestralidad. Es fundamental para cualquier compañía saber si un motero es un buen conductor y cuántos siniestros ha tenido en los últimos años. Para dicho fin, se sirven del certificado de no siniestralidad, en él se ven reflejados los partes, con y sin responsabilidad, que el titular de la póliza ha dado a su seguro. También se fijan en fichero SINCO, que ofrece información relativa a la siniestralidad de los conductores asegurados. Concretamente, los datos relacionados con la garantía de responsabilidad civil registrados en los últimos cinco años. Si se aprecia que es un buen conductor, se aplica una bonificación en la prima del seguro.
Modalidades de seguro y coberturas. Más allá de los factores que tienen que ver con el vehículo y el asegurado, se encuentran, obviamente, los relativos a la modalidad de seguro elegida. Un seguro a terceros básico siempre será más económico que un seguro a todo riesgo, mucho más completo. Igualmente, el precio disminuirá si elegimos un seguro con franquicia. La franquicia es la cuantía mínima del daño a partir del cual surge la obligación del asegurador. Como es lógico, el importe del seguro variará en función de las coberturas que se contraten, tales como asistencia en viaje, servicio de grúa, equipamiento, daños cinegéticos, etc.