Todos los niños de los años 80 irremediablemente queríamos conducir 'El coche fantástico', el inolvidable KITT (Knight Industries Two Thousand) que protagonizaba la mítica serie de televisión de David Hasselhoff. Al crecer y hacernos mayores nos fuimos olvidando del automóvil que hablaba, pero no Paul Nicholls, un británico de 44 años que nunca perdió su pasión por el vehículo y que finalmente ha podido cumplir su sueño de la infancia: tener un coche igual que el de la serie. Aunque para ello ha tenido que gastar casi 40.000 euros.
Seguramente la generación Z, inmersa en la vorágine actual de series televisivas, no entienda el fervor que despertó un coche parlante hace casi 40 años. Pero en su momento aquel prototipo de automóvil de alta tecnología conducido por el valeroso Michael Knight era lo nunca visto, una extraña y formidable pareja combatiendo la injusticia por todo EEUU. Lo más rompedor es que Michael interactuaba con KITT como si este fuera una persona normal ya que iba equipado con una inteligencia artificial que le daba capacidad de hablar y razonar.
El modelo que se utilizó en la serie era un Pontiac Firebird Trans-Am V8, de modo que el primer paso que dio Nicholls fue comprarse uno igual del año 1982. Le costó 20.000 euros. Pero lo que verdaderamente le ha dado trabajo es 'tunear' el vehículo, incluido el luminoso cuadro de mandos del interior, tan ostentosamente llamativo como probablemente inútil. En replicar el coche hasta el más ínfimo detalle invirtió más de 1.000 horas de trabajo y otros 18.000 euros.
Otro de los detalles curiosos del coche fantástico de Nicholls es que también habla, aunque esto tiene trampa. En realidad recopiló 4.000 frases icónicas de KITT en una playlist que no duda en reproducir cuando se sube a él. Así, con su automóvil listo para tomar las calles, este fan presume de su creación siempre que puede, incluso utilizándolo para hacer compras en el supermercado. "La atención que genera es una locura", asegura el orgulloso propietario del coche.
No es extraña la expectación que crea esta réplica de KITT allá por donde va, pues se trata de una traslación perfecta de un icono de la cultura pop de los años 80 a la vida real. La creación de Nicholls no es solo un impresionante tributo a una de las series de televisión más populares de su época, sino una muestra del poder de la perseverancia a la hora de cumplir un viejo sueño.